(2-1): Con todos ustedes, el Almería

¿Cómo se puede perder un partido así?, muy fácil: siendo la UD Almería. Ocasiones de todos los colores, a gusto del consumidor, que se iban cayendo en saco roto. Y una, y otra, y otra... hasta que la sensación de que la derrota podía llamar a la puerta rondaba por la mente de los aficionados rojiblancos que siguieron el encuentro. Porque este es el Almería, un equipo que puede darte la felicidad plena o la mayor decepción del mundo en solo noventa minutos. Todo lo bueno y todo lo malo. El fútbol va de goles, y en un duelo normal el Villarreal no debería haber llegado con vida al tiempo de descuento. 

La primera mitad tuvo control del Almería y mereció marcar mucho antes del minuto 44 con un pase magistral de Robertone a un Akieme que fusila a Jörgensen. La ventaja duraría poco porque faltaba el error garrafal de cada día. Dos futbolistas solos en el punto de penalti: Baena y Moreno, para repartirse el pastel del empate cerca del descenso. Finalmente fue el segundo quien batió a Maximiano. Primer disparo a puerta del Villarreal... y gol. 

Superior

El Almería, bien plantado y apagando al adversario, ofreció 75 minutos de fantasía inacabada. Melero, Embarba, Arribas y Suárez hicieron sudar la camiseta al guardameta rival. Especialmente claras las del colombiano, que cruza en exceso el balón, y la de Gonzalo, que tarda demasiado y Albiol despeja. Hasta Lopy lo intentó con un disparo lejano. En condiciones normales o habituales de un partido de Primera, el choque debió terminar 1-3 o 1-4 con el Villarreal apagado, triste, sin balón, con Pacheta desencajado en la banda.

Y ojo, el equipo tiene motivos para quejarse de un posible penalti a Embarba con 0-0, que para Moreno es claro; y la segunda amarilla que perdonó Hernández Maeso a Capoue. La irregularidad en la toma de decisiones, que un día es blanco y otro negro, es lo que saca que quicio al cuerpo técnico del Almería.

Debilitados

La falta de gol y los cambios debilitaron futbolística y mentalmente al Almería. Ramazani, Arnau, Baptistao, Baba y Koné apenas intervinieron y el Villarreal pasó de ver lejos la victoria a tenerla ahí, a la vuelta de la esquina. La recta final fue amarilla porque dio con el talón de Aquiles: los centros laterales. A falta de tres para el final balón de Moreno a Sorloth, que le gana la espalda a Édgar y marca el segundo. 

Esto es Primera y partidos así no se pueden escapar. El Villarreal se vio totalmente superado por el Almería, un equipo demasiado blando a la hora de definir en área rival y que no es capaz de cerrar el círculo en el trabajo defensivo -y no solo de defensas-. Se pueden buscar mil y una historias y preguntas, pero si el triunfo te da la espalda, agárrate con fuerza al empate y saca algo. Pues no, lo que te llevas es un palo anímico muy fuerte para futbolistas, técnicos y aficionados. 

¿Qué más?

No vale con un Lopy imperial, no vale con Arribas liberado en la segunda parte, no vale con una oportunidad tras otra. Con todos ustedes: el Almería. El equipo que te puede llevar de la alegría a la tristeza -y viceversa- para darle un toque positivo, en un parpadeo. El objetivo ya no es solo mejorar defensivamente, porque son 11 goles en contra, sino también arriba. ¿Cuántas ocasiones hacen falta para vencer?.

Seguro que de aquí al sábado bajan las pulsaciones y el enfado general, aunque ahora el que siente al Almería está en el sofá con las manos en la cabeza y mirando al suelo. Se hizo todo para ganar... y se perdió. 

FICHA TÉCNICA

VILLARREAL Jörgensen, Romero (Moreno, 61’), Gabbia (Cuenca, 84’), Albiol, Foyth, Capoue (Santi Comesaña, 61’), Álex Baena (Ilyas, 72’), Parejo, Yéremy Pino, Gerard Moreno (Brereton Díaz, 84’), y Alexander Sorloth.

UD ALMERÍA Maximiano, Akieme, Édgar, César Montes, Chumi, Lopy, Robertone (Baba, 74’), Melero (Arnau, 74’), Arribas (Koné, 86’), Embarba (Ramazani, 65’), y Luis Suárez (Baptistao, 86’).

GOLES 0-1, min 44: Akieme. 1-1, min 49: Gerard Moreno. 2-1, min 93: Alexander Sorloth.

ÁRBITRO Hernández Maeso.