El margen de error es mínimo

El margen de error es mínimo porque cada derrota será un paso al abismo para un Almería que ahora depende de otros marcadores (al margen del suyo) para salir del descenso en la clasificación en el Campeonato Nacional de Liga en Primera División.

La cosa se ha puesto seria en el Almería porque caer a la zona roja de la Liga cuando quedan 14 jornadas para el final del curso en la Liga de las Estrellas no es una gran noticia para un Almería que ahora deberá jugar con la presión porque las botas parece como si llevaran plomo estando en la zona más peligrosa de la tabla clasificatoria en la Liga de las Estrellas.

Futuro

Los números, como el algodón, no engañan y hay que ganar casi todo lo que queda por jugarse en el recinto deportivo de la Vega de Acá que es donde tiene el gran objetivo de la permanencia el equipo rojiblanco. Fuera solo se sumaron tres puntos de 33, por lo que habrá que agarrarse a los seis partidos, a las seis finales que le quedan al Almería en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.

El conjunto de Rubi tiene 25 puntos y seis partidos en casa, que son 18 puntos. 25 y 18 suman 43, cifra que podría dar la salvación o no, según sea el ritmo de puntuación que lleven los equipos en la recta final de la temporada en el Campeonato Nacional de Liga en Primera División.

Peligro

De ahí, que el margen de error sea mínimo para el Almería. Cádiz, Valencia, Athletic, Elche, Mallorca y Valladolid tienen que pasar por el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Se presentan seis auténticas finales para un Almería que contará con el apoyo de la afición para no fallar en casa, donde debe conseguirse el gran objetivo de la permanencia en la Liga de las Estrellas.

Y el calendario fuera es: Sevilla, Celta, Atlético de Madrid, Getafe, Real Madrid, Osasuna, Real Sociedad y Espanyol. Son ocho partidos lejos del recinto deportivo de la Vega de Acá y seis en casa. Habrá que tener mucho cuidado con los traspiés en casa porque cada encuentro en el que no se logren los tres puntos sería un paso hacia el abismo. Han llegado las finales y no es un topizaco.