Las aves que pueblan Los Filabres protagonizan el Calendario 2024 de GEM

Cuando hace siete años el Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM) decidió iniciar la publicación de sus calendarios eligió protagonistas las aves. Una decisión que tenía como objetivo que los almerienses conociesen la rica avifauna de la provincia, pero también dar a conocer que los pájaros son los mejores bioindicadores de la naturaleza, los que mejor definen el buen o el mal estado del medio ambiente, de los espacios naturales y del conjunto del planeta.

Así se explicó en la presentación del calendario 2024, dedicado este año a las aves que pueblan la Sierra de Los Filabres, el presidente del GEM, José Rivera que es al mismo tiempo el autor de las excelsas fotografías que inundan ese repaso por los doce meses del año próximo junto con la también fotógrafa de la Naturaleza Francisca Papis.

El calendario se publica por iniciativa del GEM y la colaboración directa de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, la sociedad ornitológica SEO Birdlife y la Estación de Anillamiento Lorenzo García, situada en Las Albuferas de Adra y bajo el patrocinio de Cajamar Caja Rural, que ha mantenido su compromiso con esta iniciativa ambiental desde que se pusiera en marcha.

El delegado territorial de la Consejería en Almería, Manuel de la Torre, destacaba la idoneidad del espacio natural elegido este año, la Sierra de Los Filabres, “por su significado como reserva de la biodiversidad de la provincia, como un área trascendente en la captación y gestión de los recursos hídricos y por ser el gran pulmón verde de Almería”. Y quiso repasar la situación de esta sierra que, en los últimos años, ha experimentado una mejora notable de sus recursos forestales y de su flora y fauna asociadas.

Emilio Martínez Alcaraz, representante de la Estación de Anillamiento Lorenzo García en esta presentación, valoraba el hecho de que Filabres es una amplia zona de pinar (en el pasado se repoblaron más de 100.000 hectáreas con coníferas) que ha permitido que “hoy estemos ante un pinar adulto que se ha convertido en un hábitat ideal para numerosas especies de esas aves que forman parte de sus señas de identidad”.

En el Calendario de 2024 aparecen unas magníficas fotografías de una parte de la avifauna que vive en esos pinares, “porque es imposible recogerlas a todas a menos que el año tuviera un centenar de meses, lo que resulta imposible”, indicaba Rivera. Aparecen este año especies que enriquecen esta sierra singular, entre ellas la Collalba Gris, el Pico Picapinos, la Carraca Europea, el Gorrión Chillón, el Colirrojo Tizón, el Reyezuelo Listado o el Escribano Montesino, entre otras que forman parte de este ecosistema de alta montaña.

De la Torre asegura que se está desarrollando un intenso trabajo para el mantenimiento y la mejora de Los Filabres, el último de ellos una inversión de alrededor de 1 millón de euros para la recuperación de 700 hectáreas forestales en cuatro municipios de la comarca, los de Macael, Bacares, Purchena y Alcóntar.

Emilio Martínez afirma que posiblemente el mayor problema que afrontan estas áreas son los que se derivan del cambio climático, que obligan a extremar las precauciones, tanto en cuanto a la densidad arbórea como en la prevención de los temidos incendios forestales, “capaces de acabar en unas pocas horas con lo que la Naturaleza ha sido capaz de construir a lo largo de decenas o cientos de años”.