Cuevas del Almanzora

El Arteal, el poblado que se desvanece en el tiempo engullido por la naturaleza

Este recinto a modo de colmena albergó a más de 900 operarios que trabajaban en las minas

Marina Ginés
13:39 • 22 jul. 2022

Un escalofrío agridulce recorre el cuerpo al pisar el abandonado poblado de ‘El Arteal’, el que fuera allá por los años 50 residencia de más de 900 operarios de la empresa nacional minera M.A.S.A. (Minas Almagrera Sociedad Anónima), es hoy un lugar abandonado totalmente engullido por la vegetación.



Este recinto se construyó con el objetivo de contratar a personal de distintas localidades por la falta de mano de obra cercana para la realización de los trabajos en el distrito minero de Sierra Almagrera. Así se decide construir este poblado de viviendas para los obreros con familias que también contaba con un pabellón para trabajadores solteros.

Las alrededor de 200 viviendas adosadas de este poblado se distribuyen en un total de 20 bloques de pisos de dos plantas y unidos entre sí por dos arcos creando una especie de jardín interior que hoy en día se intuye solo en la imaginación, ya que se observa totalmente cubierto de maleza.

La edificación de este poblado se terminó a finales de 1952 y contaban con todas las comodidades de la época o incluso mejores que la de algunos hogares vecinos, tales como cuartos de baño completos, termos, cámaras de aire en las paredes externas, etc.






Actualmente al asomarte a cualquiera de los 20 portales solo puedes observar decadencia. La vegetación se entremezcla con los restos de transeúntes que parecen haber decidido descansar en este lúgubre lugar. Litros de cerveza, palanganas de aseo o incluso un colchón viejo son los últimos atisbos de vida del antiguo poblado minero.

Eso sí, los que pudieron gozar de la época gloriosa de este lugar encontraron servicios de primera. El recinto, muy similar a una colmena, contaba con servicio médico de un cirujano especialista en traumatología, el pequeño hospital del poblado estaba dotado de sala de rayos X, quirófano y autoclaves de desinfección, entre otros servicios.

El poblado de El Arteal llamado así por la zona donde se construyó, disponía además de cine de verano y de invierno (este último con butacas de alta calidad y las paredes recubiertas con fibra de vidrio para que el sonido no saliera del local). Cuartel de la Guardia Civil, escuelas, panadería y un hogar del productor con salas de lectura y billar donde los trabajadores mineros pasaban sus ratos de ocio. Todo ello pensado para que las familias no tuvieran que desplazarse de la empresa en Sierra Almagrera.

Sin embargo, el gran esplendor que se vivía en este pequeño asentamiento de obreros tuvo una vida muy corta. En 1958 se levantó acta de defunción de esta última etapa en la historia de la minería en Sierra Almagrera, cuya acta de nacimiento había sido sellada por un decreto en noviembre de 1944.





El Arteal se encuentra hoy contemplando tierras utilizadas para la agricultura intensiva, mientras la naturaleza campa a sus anchas por sus callejuelas y él permanece impasivo como un recuerdo, ya olvidado, de la época minera que vivió la zona de Las Herrerías. 





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