Los móviles y las redes están detrás de la mayoría de los conflictos en los IES

Casi todos los centros prohíben los teléfonos, pero muchos alumnos los siguen usando

El uso de los móviles está cada vez más extendido entre los jóvenes.
El uso de los móviles está cada vez más extendido entre los jóvenes. Europa Press
Miguel Cabrera
18:50 • 13 oct. 2023

El uso de los móviles y las redes sociales está tan extendido entre los jóvenes que en la actualidad están ya detrás de la gran mayoría de los conflictos de convivencia en los que se ven envueltos los estudiantes de los institutos de Almería.



Este es el sentir, basado en su experiencia diaria, de profesores y directores de centros de la provincia consultados, que destacan además que los problemas van a más y que en muchas ocasiones es muy complicado gestionarlos, porque ya vienen arrastrados del exterior de los centros en horarios no lectivos. Además, consideran que los institutos difícilmente podrán controlar algo que los propios padres no pueden hacer en sus casas, e incluso señalan que muchas veces las propias familias favorecen actitudes muy negativas respecto al uso de los teléfonos.



Y los problemas siguen aumentando a pesar de que el uso de los móviles está prohibido en la gran mayoría de los institutos de Almería, como informa José Abel, responsable provincial de la Asociación de Directores de Instituto de Andalucía (Adian). 



En Andalucía, los centros escolares tienen autonomía para regular el uso de los móviles, y son los propios centros los que prohíben el uso consensuándolo con los padres a través de los consejos escolares. En algunos casos se prohíbe llevar el móvil al instituto y en otros solo utilizarlo, es decir que los estudiantes pueden llevarlo pero no encenderlo. Sin embargo, es muy frecuente que los alumnos se salten las normas, como prueba el alto número de móviles requisados por los centros, a pesar de que desde las direcciones se está intentando ser cada vez más estrictos . 



Conflictos virtuales



“Hace solo unos años, los problemas de convivencia entre alumnos se daban casi siempre cara a cara, físicamente; sin embargo ahora la gran mayoría se producen virtualmente”, dice Abel, quien señala el bullying, los insultos o la publicación de imágenes de otros estudiantes o profesores a través de las redes sociales como los conflictos más frecuentes con los que se encuentran los profesores en Almería. “La mayor parte de estos problemas tienen su origen en horario de tarde, fuera de los centros, pero regresan a los institutos al día siguiente”, explica. 



Los docentes también destacan que al margen de los conflictos, los móviles también provocan una gran distracción entre los estudiantes, e incluso una obsesión que puede llegar a generar otros muchos problemas, incluso de salud mental o psicológicos



Juan Antonio Padilla, director del Colegio Portomagno de Roquetas de Mar -que también tiene absolutamente prohibido llevar el móvil a los estudiantes, aunque cerca del 30% los siguen usando- llega a decir que los nuevos teléfonos producen en los jóvenes unos efectos muy parecidos a las drogas, y que igualmente generan dependencia, de forma que cuando se les prohíbe su uso pueden sufrir síntomas similares al ‘mono’ de los drogadictos. 


“Aún en los casos en que se desconectan de los móviles obligatoriamente, como ocurre en los centros educativos, los jóvenes no dejan de pensar en ellos, de forma que no pueden concentrarse en clase y se muestran inquietos, nerviosos, ansiosos, como ocurre con los drogadictos cuando no tienen droga, porque estos aparatos también generan adicción”, dice Padilla. 


Cada vez más jóvenes

Y esto ocurre cada vez desde edades más tempranas, como demuestra que en centros de la provincia se hayan detectado casos de ciberacoso incluso entre niños de 12 años de una misma clase a través de las redes sociales, a pesar de que a esa edad no pueden contar con perfiles, unas normas que los menores se saltan faltando a la verdad a la hora de registrarse, debido también a la falta de control de las empresas responsables de las aplicaciones. 


Ante esta realidad, los docentes creen que el papel de las familias debe ser mucho más activo que el actual, y que es en su seno donde hay que empezar a ponerse límites. Requisar un móvil a un alumno no sirve de mucho si el padre se presenta en el centro a recogerlo antes incluso de que el aparato haya llegado a la oficina del director, como ha sucedido en un IES de Almería.


En otro caso, unos padres prefirieron que el instituto expulsara a su hija durante tres días, como establece la norma interna en caso de reincidencia, antes de que la chica se quedara sin el teléfono durante ese mismo tiempo.


Estos ejemplos demuestran, como exponen directores y profesores, que el problema ya viene de casa. “Muchos niños y jóvenes son incapaces de desprenderse del móvil ni un solo minuto”, destaca José Abel. Su centro, el IES de Benahadux, ha dispuesto un cajón metálico con llave para que los alumnos puedan dejar sus teléfonos mientras están en clase para evitar ser sancionados. Pues bien, hasta el momento ni un solo estudiante ha hecho uso de él.


Regulación autonómica o estatal

El responsable de Adian en Almería considera que una de las soluciones debe pasar por una regulación autonómica o estatal, como ya ha sucedido en Francia, donde los móviles se han prohibido en los colegios. La Junta de Andalucía ya anunció, en época del tristemente fallecido consejero Javier Imbroda, su intención de abrir un debate sobre este asunto contando con toda la comunidad educativa para buscar soluciones, pero de momento es una cuestión que sigue dependiendo de la autonomía de los centros escolares.


Y si estos problemas son preocupantes en cualquier centro, lo son aún más en los situados en zonas desfavorecidas, donde los institutos no pueden expulsar a los menores por el uso del móvil, salvo que se trate de cuestiones de extrema gravedad, puesto que en muchas ocasiones los alumnos intentan ser expulsados utilizándolos.


Lourdes Prior, directora del IES Galileo, en Pescadería, reconoce que los móviles, a pesar de estar prohibidos en su centro, “son origen de muchísimos problemas”, que han llevado también a que en el último consejo escolar se prohibiera además el uso de auriculares, puesto que muchos estudiantes suelen llevarlos conectados al móvil, que tienen dentro de su mochila, que no puede ser registrada por los profesores. Los responsables de este centro también se quejan de la falta de implicación de las familias, que siguen sin poner remedios ante sus hijos.


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