Pepe Amate Rueda y toda la familia, condenados por malversación

El empresario sevillano José Amate Rueda fue uno de los principales subcontratistas de Elsur, y, en consecuencia, está considerado el artífice de una de las tramas creadas en torno a la empresa mixta de servicios municipales para obtener beneficios ilícitos detraídos del Ayuntamiento de El Ejido. Por ese procedimiento sobrefacturaron 24,6 millones de euros a Elsur, con un porcentaje de beneficios del 53%. 

Aunque el fiscal solicitaba para José Amate Rueda, de orígenes familiares almerienses, penas de 65 años de prisión por 15 delitos, el tribunal que ha juzgado el Caso Poniente ha acordado una codena notablemente inferior. En concreto, al que fuera directivo de Elsur y posteriormente subcontratista la sección tercera de la Audiencia Provincial le considera penalmente responsable solo de dos de esos delitos: malversación de caudales públicos de especial gravedad, por el que le impone la pena de 5 años de prisión e inhabilitación por tiempo de trece años, y cohecho activo, por el que tendrá que responder no con cárcel sino con una multa de 58.000 euros. Le absuelve, en cambio de los trece delitos contra la Hacienda pública que le atribuía el fiscal. Además, en los dos casos por los que sí se le condena, el tribunal aplica la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas. 

Por lo que respecta al resto de miembros de su grupo familiar y red de colaboradores, un total de diez personas, todos siguen una suerte similar. Todos son condenados por malversación de caudales públicos, con distintas penas de prisión en función de su grado de responsabilidad, y son eximidos de los delitos contra Hacienda. Así, la sentencia condena a 3 años y 4 meses de cárcel a Aurora Ávila, esposa de Amate; a sus hijos Alberto, Irene y María Luisa Amate, y a sus yernos, Manuel Castro y Álvaro Toribio, por malversación continuada, por la que también tendrán inhabilitación absoluta por nueve años. A todos se les aplica la atenuante de dilaciones indebidas.

Por su parte, los también acusados Fernando Maqueda y Milagrosa Lara, considerados cooperadores necesarios de la actividad delictiva de las sociedades del grupo de Amate Rueda en calidad de testaferros, son condenados también por malversación con concurso de falsedad a 3 años y un mes de prisión, pero absueltos de los delitos contra Hacienda. Lo mismo ocurre con María Mercedes Barco y María Rosario Barco, a las que se condena a 3 años de prisión también por malversación, y se absuelve de delitos fiscales.