El crimen de Ossetia, entre la “orgía de sangre” y el “no son perversos”

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería acogió la mañana de este martes la primera sesión del juicio con jurado popular por el llamado ‘Crimen de Ossetia del Norte’.

Un padre y sus tres hijos  se sientan en el banquillo acusados de un delito de asesinato, dos delitos de asesinato en grado de tentativa y un delito de depósito de armas por el ataque perpetrado a miembros de otra familia en Gádor en la tarde del 10 de mayo de 2019.

El fiscal solicita penas de entre 42 y 21 años de prisión para los procesados, miembros de un clan conocido como Los Minos y residente en el barrio de Ossetia del Norte. La acusación particular, ejercida por el letrado Mariano Garfias, se adhiere a la petición fiscal.

La primera sesión del juicio se dedicó a la selección de los miembros del jurado popular y a la exposición inicial de las partes. La vista permitió conocer los principales ejes sobre los que pivotará el caso.

Las acusaciones sostienen que los acusados atacaron a Juan J. C. F. de 58 años de edad a las puertas de su vivienda en el barrio, de manera “concertada” y sin posibilidad de defensa aquella tarde de mayo de 2019. Según esta versión, los acusados mantenían desavenencias con la víctima por la negativa de Juan J. C. F. de abandonar su vivienda, presuntamente intercalada entre casas dedicadas a la marihuana y vinculadas a Los Minos.

Esta interpretación aparece en las conclusiones de la Guardia Civil e, incluso, ha motivado la apertura de una causa diferente por presunto tráfico de drogas. La Benemérita halló más de 600 plantas de cannabis en los registros efectuados.

Además, los cuatro procesados están acusados disparar en el glúteo a un hermano del fallecido que acudió a socorrerle y que se escondió en la esquina de una vivienda. Y finalmente, de atacar a otro hermano en un coche.
Mariano Garfias calificó los hechos de “orgía de sangre”. “Asusta pensar lo poco que vale la vida de una persona. Lo atacaron de manera premeditada y organizada”, aseveró en su exposición.

En esta línea, el fiscal apeló a la responsabilidad del jurado. “Si cuatro personas salen con con pistolas, se acercan a una persona y lo cosen a disparos, ¿qué querían? Matarlo”.

Defensas

Por otro lado, las defensas de los acusados trabajan sobre tres elementos fundamentales. De manera resumida, los letrados Mónica Moya, Josefa Castillo y Karim el Marbouhe niegan que hubiera un plan preconcebido para acabar con la vida del Juan J. C. F., que todos apretaran el gatillo y que los disparos tuvieran voluntad de matar.  
“Si quieres matar a alguien no disparas a las piernas”, señaló Karim el Marbouhe. “En la calle había juguetes de los niños, no encaja con la versión de la premeditación”, añadió.

Mónica Moya pidió a los miembros del jurado popular que valoraran las pruebas y que no se dejaran influir por prejuicios o informaciones difundidas por la prensa. “Hay que ver las circunstancias en las que se produjo la muerte”, subrayó. “No son perversos, malos, ustedes tienen que ver aquí a cuatro inocentes, no les prejuzguen porque lleven esposas”. La letrada apeló directamente al jurado. “Por el dolor no podemos arrastrar a cuatro personas. Tenemos que ver cuál es la participación de cada uno de ellos”, continuó.

El juicio se retoma este miércoles con la declaración de los acusados. Las defensas tendrán que lidiar, entre otros elementos, con escuchas telefónicas obtenidas por la Guardia Civil. Un familiar de los acusados afirmó: “Si querían quitarlo de en medio, teníamos que haber pagado a un sicario, 2.000 ó 3.000 euros cada uno, lo que valga, como si vale 12.000 euros (...) Se paga entre todos, lo quitan de en medio y lo entierran por ahí”.