Altos mandos de la Brigada Rey Alfonso XIII de la Legión viajaron la noche del pasado viernes hasta Beirut para ultimar los detalles del próximo despliegue español en el sur de Líbano. La expedición está liderada por el general de brigada Melchor Marín, jefe de la Legión y próximo responsable del sector oriental de la Franja Azul, territorio vigilado por las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz entre Líbano e Israel.
Los legionarios permanecerán en el territorio aproximadamente una semana para reconocer el terreno y, de manera especial, diseñar los detalles del próximo despliegue del contingente. El grupo estará formado por unos 500 militares sobre la base de la Legión. La infantería estará representada por la X Bandera del Tercio Alejandro Farnesio, procedente de Ronda (Málaga).
El despliegue se producirá de manera progresiva entre los meses de octubre y noviembre, según la planificación inicial. A la espera de los detalles finales, la previsión son tres rotaciones o grupos. En operaciones anteriores partieron desde Almería hasta Beirut.
La misión está encuadrada en la operación de paz de la ONU (cascos azules), iniciada en agosto de 2006 tras los enfrentamientos entre las milicias de Hezbolá y las fuerzas israelíes. La guerra duró algo más de un mes y tuvo efectos devastadores para la franja libanesa al sur del río Litani.
Israel invadió el sur de Líbano y llegó a bombardear la capital Beirut, ubicada en la costa a unos 150 kilómetros al norte. Los impactos de los proyectiles aún pueden verse en las fachadas de algunos edificios en el centro de la ciudad.
La Brigada de la Legión ha estado en varias etapas. El último despliegue legionario se produjo en la primera mitad del año 2020. El contingente estuvo liderado por el general de brigada (ahora de general de división) Marcos Llago y la irrupción de la pandemia de coronavirus obligó a prolongar la estancia hasta los ocho meses. Ningún grupo español acumuló antes una misión tan larga.
El próximo contingente tendrá su centro de operaciones en el cuartel Miguel de Cervantes de Marjayoun. Los legionarios deben prevenir enfrentamientos entre ambos contendientes y evitar cruces ilegales de la Blue Line, una frontera (una línea de repliegue) fuertemente protegida.
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