Fiscalía pide 5 años para un policía local por cultivar marihuana

La denominada Operación Sinse de la Policía Nacional llega a juicio en julio con 14 acusados

Plantación hallada durante los registros
Plantación hallada durante los registros La Voz
Javier Pajarón
07:00 • 12 jul. 2021

La denominada Operación Sinse de la Policía Nacional aterriza en los juzgados dos años después del tiroteo a un padre y un hijo en el paraje Aguas Frescas de La Cañada de San Urbano (Almería). El caso llega este mes de julio a los Juzgados de lo Penal con 14 acusados de tráfico de marihuana, entre ellos un agente de la Policía Local de Carboneras presuntamente vinculado a un cultivo hallado  en un cortijo en Cabo de Gata.




La Fiscalía solicita para 12 de los acusados penas de cuatro años de prisión por un delito contra la salud pública, un año de prisión por pertenencia a organización criminal y 12 meses de multa por fraude de fluido eléctrico.




Además, añade dos años de cárcel como presunto cómplice a un varón encargado de hacer entregas de aguas para el riesgo de las plantaciones y un año de cárcel para C. M. por resistirse durante la detención a manos de la Policía Nacional. Fue el último de los implicados arrestado por los agentes de la UDYCO.




El tiroteo a un padre y un hijo en el paraje de La Cañada de San Urbano reveló un presunto intentó de robo de marihuana (el caso se archivo luego) y, más aún, una red de plantaciones asociadas presuntamente a los acusados en la Operación Sinse. El presunto cabecilla era A. G., un joven español considerado como “máximo dirigente del grupo”, según la Fiscalía. “Asumía la dirección y la gestión de los recursos humanos y materiales que exigía la actividad ilícita”, continúa el escrito.




A. G. fue detenido en la Operación Sinse y, tras su puesta en libertad, fue localizado nuevamente con un cultivo de 2.000 plantas de marihuana en paraje Los Collados de Oria en una investigación de la Guardia Civil en el norte de la provincia de Almería. Junto al presunto traficante se ubicaba en el escalón superior M. G., “hombre de confianza de A. G., de quien recibía directamente las órdenes y transmitía al resto de acusados”.




Según informó la Policía Nacional, los agentes de la UDYCO registraron nueve viviendas en el marco de la operación y localizaron  630 kilos de marihuana y 38.000 euros en efectivo, entre otros efectos. Estos cultivos estaban repartidos por La Cañada de San Urbano, Pechina y Cabo de Gata.

Un agente



La UDYCO y ahora la acusación de la Fiscalía no otorgan un papel principal al agente D. de la Policía Local de Carboneras, aunque presuntamente estaría relacionado con un cultivo establecido en Cabo de Gata. “Las conversaciones que se están interviniendo no dejan lugar a dudas sobre (el agente municipal), sobrino de G. y policía local de Carboneras, que es conocedor y partícipe de la actividad delictiva y también  beneficiario económica, actuando como entre A. (el presunto cabecilla) y P.”, señala un informe elaborado por el Grupo I de la UDYCO.




Según la acusación, el cabecilla A. G. tendría presuntamente varios cultivos que le facilitaban la marihuana a la que luego daba salida en el mercado clandestino. La Fiscalía sostiene que “el acusado A. L., cuya dedicación laboral era el reparto de cubas de agua a granel, se concertó con A. G. para abastecer las distintas plantaciones que éste controlaba”. Tendrán la oportunidad de defender su inocencia en el juicio a finales de este mes de julio.


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