La SGAE recuerda al Maestro Padilla a los 60 años de su desaparición

El compositor y autor almeriense ingresó en la SGAE en 1933, donde tiene registradas 320 obras

Maestro Padilla, José Padilla Sánchez (Almería, 1889-Madrid, 1960).
Maestro Padilla, José Padilla Sánchez (Almería, 1889-Madrid, 1960). La Voz
La Voz
11:56 • 25 oct. 2020

Este domingo, 25 de octubre, se cumplen sesenta años de la desaparición del reconocido Maestro Padilla, José Padilla Sánchez (Almería, 1889-Madrid, 1960), compositor y autor andaluz que alcanzó notoriedad a lo largo del siglo XX por una obra de amplio arraigo popular, reconocida en todos los rincones de la geografía española, y con la que triunfó tanto en Europa como en países del entorno iberoamericano, Oriente medio y Asia. Este hecho le valió ser considerada de interés universal por la Unesco en el centenario de su nacimiento, que se cumplía en 1989. Ahora, la Sociedad General de Autores y Editores desea poner en alza la figura del creador, fallecido en Madrid en 1960.





Miembro de la SGAE desde septiembre de 1933, con número de socio  11.931, a su nombre hay registradas como autor y, sobre todo, como compositor, 320 obras que abarcan distintos géneros como ballets, obras para piano solo, para orquesta y coro, obras de acompañamiento, de carácter religioso, música de cámara, óperas y operetas, zarzuelas, bandas sonoras, espectáculos y canciones varias, algunas archiconocidas como 'Valencia', 'Mamá quiero ser artista', ‘La violetera’, 'Cielito lindo', 'Azabache' o 'A lo loco', por citar solo algunos de una larga lista de títulos perennes en nuestra memoria.  



Este andaluz, memoria viva de nuestro patrimonio cultural, inició sus estudios musicales en el seno familiar y a los catorce años estrenó su primera composición, 'Las dos palomas', dirigiendo él mismo la orquesta. Continuó sus estudios en Madrid, donde conoció a Tomás Bretón, Amadeo Vives y otros autores. Allí, en Barcelona y Buenos Aires, fue director de orquesta y estrenó algunas de sus obras. Pero fue en París, sin embargo, donde consolidó su proyección internacional e hizo amistad con autores de renombre como Maurice Chevalier o Carlos Gardel. Su música se escuchaba en los mejores locales parisinos, entre ellos, el Folies Bèrgere, el Moulin Rouge o el Casino de París, además de ingresar en la entidad SACEM francesa y, poco después, en la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).  



Acompañado de su piano, sus dos perros y las mujeres que compartieron su vida, -la actriz Gloria Torrea, Rosa Oruechevarría, la artista Adrianne Boissard, la cantante italiana Gabriela Bezanzoni y Lydia Ferreira, cantante portuguesa conocida como La Lusitana-, viaja por todo el mundo cosechando éxitos, hasta que en 1949 se afinca en Madrid de manera definitiva.





Una prolífica y diversa producción



José Padilla es autor de algunas de las piezas musicales más populares y queridas del pasado siglo. Además de 'Valencia', 'El relicario',  'La Violetera' o 'Mamá quiero ser artista', figuran otras como 'Princesita', 'Estudiantina portuguesa' y tangos como 'El Taíta del Arrabal', 'Vieja herida', 'Tango al corazón', y hasta compuso el Himno de Almería, con letra del poeta José María Álvarez de Sotomayor, ciudad de la que es considerado hijo predilecto desde 1935. 


Bandas sonoras para cine y series de TV

Una de sus facetas creadoras que quizá se escape más del conocimiento popular fue su dedicación a la música para cine: intervino en más de 300 películas y series de televisión, según figura en varias fuentes oficiales. Sus melodías aparecen en la filmografía de directores como Ridley Scott, Theo Angelopoulos, Woody Allen, Ernst Lubitsch, Federico Fellini, Yasujiro Ozu, Arturo Ripstein, John Turturro, Akira Kurosawa, Martin Brest, Ermanno Olmi, Blake Edwards o Tinto Brass, con voces de estrellas del momento como Raquel Meller, Tito Schipa, Barbara Streisand, Sara Montiel o Maurice Chevalier, entre otras primeras figuras. Por poner algunos ejemplos, 'La Violetera', fue estrenada en el largometraje 'Luces de la ciudad', primera película sonora de Charles Chaplin, quien omitió la autoría de la pieza. 'El Relicario', por otro lado, fue la música oficial de la campaña electoral que llevó a Eisenhower a la Casablanca.  


Desde que falleciera en Madrid el 25 de octubre de 1960 no han cesado las muestras de cariño y reconocimiento al legado musical del genio. Cabe citar que en 2010, a los 50 años de su fallecimiento, se celebraron actos y homenajes en distintos puntos de planeta. El llamado 'Año Padilla' se inició en Damasco, continuó en La Habana, Buenos Aires, Oslo, Lisboa Beirut y, ya en otoño, en Moscú, Tokio, Seúl y Hong Kong, cerrándose con el estreno de una partitura inédita en París. En 1992 se abrió al público en Madrid una Casa-Museo José Padilla, en los actos de la Capitalidad Europea de la Cultura y en Almería, el principal espacio escénico de la ciudad, el Auditorio Municipal, lleva su nombre.  


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