Un hombre para la mejor historia de Almería

Anoche, con la humildad y el silencio que le acompañaron durante sus 88 años, Don Juan del Aguila dijo adiós a la vida.

El hombre que cambió el presente y el futuro de la provincia ha entrado en la Historia. Su amor a la provincia que le vio nace y que ahora siente su muerte fue tan intenso, tan inmenso que, sin su trabajo, su visión de futuro y su capacidad innovadora, Almería no hubiese vivido la transformación radical que le ha hecho pasar, desde la oscuridad de un territorio condenado a la miseria, a ser un referente mundial en la industria agroalimentaria y en la eficiencia en el uso del agua en el territorio con menos recursos hídricos de Europa.

Dotado de una intuición prodigiosa supo ver las enormes posibilidades que escondía aquel desierto abrasado por el sol y cubierto de rastrojeras. Su inteligencia práctica le llevó a comprender antes que nadie la capacidad emprendedora de los almerienses. Desde que fundó la Caja Rural de Almería miró siempre a los ojos de quienes se acercaban a sus oficinas en busca de apoyo para sus iniciativas. Nada humano le fue ajeno. Nadie que buscó su apoyo o su consejo recibió la respuesta del silencio. Trabajó cada día de su vida por aquello en lo que creía. Hizo del cooperativismo su estrategia y de la mejora de las condiciones de vida y de trabajo de los almerienses su objetivo permanente e irrenunciable. Fue decisivo para que la inteligencia en movimiento de los almerienses- qué otra cosa si no es la innovación y el emprendimiento- encontrara en la entonces Caja Rural y hoy Cajamar un aliado decisivo y decidido.

El modelo económico de éxito de Almería hubiera sido imposible sin el impulso decidido de un hombre que amó a su tierra y a sus gentes por encima de todas las cosas. Anoche murió, pero su recuerdo vivirá para siempre. Don Juan del Aguila ha entrado ya en la Historia de las personas mas luminosas de una provincia que nunca le olvidará.