Ciudad Jardín, uno de los barrios más cotizados de la capital de Almería, se convierte por estas fechas navideñas en toda una explosión de color y magia gracias a la decoración que sus vecinos sacan a relucir cada diciembre. Pasear por sus calles en estas gélidas noches es un privilegio para la vista. Guirnaldas, pascueros en las ventanas, estrellas iluminadas, árboles navideños y otros muchos elementos decorativos convierten a este barrio, que parece sacado de una película norteamericana, en un lugar de peregrinación ineludible estas semanas.

De hecho, este es el segundo año consecutivo que desde la Asociación de Vecinos han puesto en marcha el concurso para elegir la casa mejor decorada de toda esta barriada que empezó a construirse a principios de los años 40, proyectada por el arquitecto local Guillermo Langle. Tras el éxito de la primera edición, el próximo viernes a partir de las 19:00 horas se hará una ruta por sus calles, partiendo desde la Plaza San Miguel, cantando villancicos, recuperando el tradicional aguinaldo y con un jurado que decidirá qué vivienda se merece un primer premio que entregará el concejal Óscar Bleda. 

Como pasear por Chelsea, Dyker Heights o Engen

Caminando frente a algunas casas da la sensación, a veces, de estar en Chelsea (Londres), en Dyker Heights (Nueva York) o Engen (Noruega), barrios mundialmente conocidos por su ornamentación navideña. Aquí, en Ciudad Jardín, hay decoraciones más sencillas, sutiles, pero también otras más vistosas e incluso algunas sorprenden por la cantidad de detalles que la acompañan. Todas, sin embargo, comparten la etiqueta de ser hermosos trajes de Navidad para las casas en estos días mágicos.

Sus calles, que se caracterizan por llevar nombres de ciudades, regiones o países, son una auténtica oda a la Navidad, una muestra de ilusión en la que muchas familias que habitan en el barrio ponen todo su empeño en 'vestir' su hogar y permitir a los viandantes embriagarse en noches frías con la calidez que aportan las luces navideñas.

Una paleta de colores también en Primavera

Este barrio también hace gala de su nombre siempre cuando el calendario alcanza el mes de mayo. Las flores conquistan todos los muros de sus imponentes casas, llenando los días de viento todo el suelo de pétalos, de un colorido confeti natural que se mece en el aire con la misma tranquilidad que inspira Con más de 75 años de historia, nunca ha perdido su esencia de reducto de paz.

Si pocas décadas después de su construcción, en la que se levantaron 245 viviendas unifamiliares (de una o dos plantas) y la Iglesia de San Antonio, predominaban mayormente los colores blanco, el de sus fachadas, y rojo, el que dejaba el polvo del mineral de hierro que llegaba desde Alquife (Granada) en ferrocarril, el barrio se convierte en una autentica paleta de colores cada primavera y ahora en Navidad.