En el cruce entre la materia y el sueño, donde la innovación se convierte en relato y el diseño en legado, surge una marca destinada a transformar la manera en que habitamos los espacios. Es ahí cuando la industria se detiene, respira y da un salto hacia adelante. Entonces, lo imposible se vuelve tangible y la ambición se viste de estética y sostenibilidad. Ese momento llegó anoche, bajo las luces solemnes del Teatro Real de Madrid, con la revelación de Éclos: el nuevo hito en la historia de Cosentino.

Porque “la historia pertenece a quienes se atreven”, rezaba un vídeo que pudieron ver los invitados. Y ayer, en el corazón de este monumento madrileño, Cosentino se atrevió. Se atrevió a desafiar lo establecido, a mirar más allá de los límites de la materia y a convertir la innovación en relato. Allí nació Éclos, una superficie mineral llamada no solo a vestir los espacios, sino a transformar la manera en que los soñamos.

El estreno llegó acompañado de un mensaje envolvente: lanzarse hacia lo desconocido, abrir caminos inéditos, avanzar con ambición y sostenibilidad. Ese espíritu impregnó la velada, que fue mucho más que la presentación de un producto. Tal como señaló la periodista y presentadora, Isabel Jiménez, Cosentino ha sabido situarse en la vanguardia por sus materiales y su capacidad de innovar. Y con Éclos vuelve a hacerlo: sofisticación, solidez y carácter en estado puro.

Así, definida como 'Inlayered Mineral Surface' —superficie mineral en capas—, se apoya en tres pilares fundamentales: estética, materialidad y prestaciones sobresalientes. El vicepresidente de Producto, Innovación y Calidad, Valentín Tijeras, explicó que este desarrollo es fruto de la suma de múltiples tecnologías que dieron como resultado un material inédito en el mercado. Con hasta un 88% de origen reciclado y resistencia garantizada frente al calor, las manchas y los arañazos, Éclos inaugura un nuevo capítulo en la arquitectura y el diseño de interiores y exteriores.

La innovación, recordó Eduardo Martínez-Cosentino, vicepresidente Ejecutivo Grupo Cosentino y CEO de Cosentino Américas, no es una palabra hueca, sino la esencia del ADN de la compañía. La historia lo confirma: Silestone en los 90, Sensa en 2008, Dekton en 2013. Ahora Éclos se suma como un nuevo sueño cumplido, fruto de meses de investigación y del entusiasmo de un equipo que descubrió, como niños, todo lo que permitía la tecnología. Un hallazgo que se ha transformado en una colección compacta y poderosa: ocho colores que ya apuntan a convertirse en referentes globales.

Por su parte, el director de Brand & Social Marketing, Damián Granados, destacó que el reto de Éclos era conquistar un posicionamiento propio dentro del universo Cosentino: una marca minimalista, diferenciadora y con voz única, capaz de representar el liderazgo y la innovación que definen a la compañía. Y lo consiguió: una propuesta distinta, con una identidad que la distingue y la proyecta hacia el futuro.

El cierre de la velada llegó con las palabras de Pilar Martínez-Cosentino, consejera delegada, quien subrayó: “Hoy hemos consumado un hito que hace un año y medio parecía imposible”. Éclos, afirmó, no es solo un lanzamiento, sino una declaración de intenciones sobre cómo quiere la compañía construir el mañana: con diseño, sostenibilidad y el valor incalculable de un equipo humano imbatible. Porque cuando la pasión y el talento se unen, lo imposible deja de existir. Y así, en el Teatro Real, Cosentino volvió a demostrarlo: la historia, en efecto, pertenece a quienes se atreven.