Hay tardes en las que la ciudad se llena de magia sin avisar. Colores, risas y preguntas se mezclan en las calles: verdes de algas que parecen salidas del mar, destellos blancos del nitrógeno escapando en volutas de humo, microscopios que revelan mundos diminutos y juegos que despiertan sonrisas. El aire vibra con entusiasmo y curiosidad, como si el conocimiento hubiera decidido salir a pasear entre la gente.

Esta tarde, el corazón de la ciudad de Almería ha latido con más fuerza que nunca, gracias a una nueva edición de la Noche Europea de los Investigadores. Un evento en el que la ciencia ha tomado la ciudad de la mano de casi medio millar de científicos y científicas vinculados con la Universidad de Almería. Un encuentro que ha sacado todo lo impensable de los laboratorios para ponerlo cara a cara con los ciudadanos. La Rambla, su Mirador y el edificio de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía han sido los escenarios que han acogido las alrededor de 70 propuestas de divulgación en diferentes ámbitos que han despertado la curiosidad de cientos de almerienses. 

Conocer y poner en valor la investigación que se realiza en la provincia, principalmente en el ámbito universitario, y acercar la ciencia a los ciudadanos son los grandes objetivos de este gran evento de divulgación científica que se celebra de manera simultánea en casi 400 ciudades de 30 países, y que cuenta con el respaldo de las instituciones públicas y de la sociedad. Además, en Almería ha contado con 40 voluntarios, salidos del más de medio centenar de solicitudes de estudiantes de la UAL.

Las actividades de este 2025, desarrolladas por 267 investigadores y 224 investigadoras, han sido inauguradas por el rector de la UAL, José J. Céspedes Lorente; el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín Fernández, y la delegada del Gobierno de la Junta, Aránzazu Martín Moya, entre otras autoridades. Para el rector, esta cita “es el día en el que la ciencia que se hace en la UAL sale a la calle y conecta directamente con la ciudadanía”, una conexión que considera motivo de “orgullo, al comprobar la gran respuesta de la sociedad almeriense año tras año”. 

La delegada del Gobierno andaluz, Aránzazu Martín, ha definido la noche como “una fiesta de la ciencia, un acontecimiento único para despertar vocaciones y mostrar cómo la investigación mejora la vida de todos”. También desde el Ayuntamiento, el concejal Diego Cruz ha celebrado “ver la Rambla y el Mirador llenos de familias interesadas por la ciencia, que es también cultura y futuro sostenible para Almería”.

Y así, la Noche Europea de los Investigadores ha vuelto a demostrar que la ciencia no entiende de puertas cerradas ni de fronteras. Ha tomado las calles, se ha mezclado con la gente y ha dejado claro que la curiosidad es el mejor motor para avanzar. Porque, al final, lo que late cada septiembre en esta cita no es solo el corazón de una ciudad, sino el deseo colectivo de descubrir, aprender y seguir soñando con un futuro mejor.