A las 9:30 horas ya estaban todos los futbolistas cambiándose en el vestuario. Dentro, por segundo día consecutivo, no se encontraba Fernando Soriano, que ya se va acostumbrando a entrar por la puerta de ‘Vestuario Técnicos”, por la cual han pasado ya cuatro personas distintas en lo que va de temporada. Poco antes de las diez saltaban al terreno de juego Iago Díaz y Teto Goñi, que no pueden jugar por lesión, para hacer carrera continua con Jesús Roche. A las diez en punto, todos a la sala multimedia para ver vídeos con el cuerpo técnico.

Al césped
Fue a las 10:22 horas cuando todo el equipo subió la rampa del Anexo para iniciar el entrenamiento. Y en la grada, una cara conocida, la de Juanito, que fue futbolista del Almería en Primera División y gran amigo de Fernando Soriano. El malagueño se acercó al campo para dar ánimos al mañico en su segundo día como preparador rojiblanco. Durante la carrera continua, el míster habló con Esteban Saveljich, Ximo Navarro y Sebastián Dubarbier, mostrándose cercano tanto a ellos como al resto del grupo.

Sergio Pardo, que vuelve a ser el primer preparador físico, tomó el mando de la sesión para dirigir el calentamiento. Fue entonces cuando Fernando Soriano tiró de libreta para anotar varias cosas y seguir muy de cerca lo que hacían sus discípulos.

Posesión
Ya anunció Soriano que van a ser muchos entrenamientos a puerta cerrada, y el de ayer fue el primero. Dio una pequeña charla al plantel antes de comenzar los ejercicios de posesión de balón, en los que participaron hasta los porteros Casto y Julián. Al margen se quedó Chuli, que ha mejorado de la lesión, pero sigue siendo duda para recibir al Real Oviedo. El técnico vivió el trabajo desde dentro y pidió a los jugadores que, “cuando damos el pase tenemos que correr después”. Pepe Morales y el propio Sergio Pardo son sus dos grandes apoyos sobre el césped.

No se había llegado a la hora de trabajo en el campo Anexo, pero Soriano mandó sus hombres al Estadio para poner en práctica los nuevos aspectos tácticos de cara al domingo. Respecto a lo que sucedía con Pipo Goro, la sesión comenzó media hora más tarde y finalizó poco después de las doce del mediodía.