La inspección técnica de edificios (ITE) a la que fue sometido el estadio de Vallecas el año pasado dio el resultado de desfavorable en cinco apartados. Así lo acredita el expediente 711/2012/24904 que emitieron los inspectores del Ayuntamiento de Madrid con fecha 1 de octubre de 2012, cuyo número de registro es 201220942947.
El informe emitido por el Departamento de ITE del Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda respecto a las instalaciones en las que el Rayo juega sus partidos como local especifica que las deficiencias son el estado general de la estructura y la cimentación; el estado general de fachadas, exteriores y medianeras; el estado general de conservación de cubiertas y azoteas; el estado general de la fontanería y red de saneamiento; así como el estado general de los elementos de accesibilidad existentes.
Durante los últimos días, técnicos de la Comunidad de Madrid, la propietaria del estadio, han estado analizando el estado de las instalaciones, para evaluar las deficiencias, comprobar las obras que será necesario realizar y calcular el coste de las reparaciones, puesto que es a ella a quien corresponde correr con los gastos al ser estructurales y no de mantenimiento.
El Instituto Madrileño del Deporte, el Esparcimiento y la Recreación (IMDER), adscrito a la Vicepresidencia de la Consejería de Cultura y Deporte de la Comunidad de Madrid, es el organismo que se encargará de ello. Ahora bien, al tratarse de una obra mayor, todo indica que no será de inmediato salvo que ya tenga previsto un presupuesto para realizar las obras, aunque es más que posible que las obras para adecuar la accesibilidad pueda resolverse en un periodo menor de tiempo.
El estadio de Vallecas pasó a ser gestionado por la Comunidad de Madrid en 1989. El 30 de junio de ese año suscribió un contrato que establecía una cesión de uso de las instalaciones al club vallecano. En febrero de 1999 el acuerdo se fue renovado con el objetivo de prorrogar la cesión de uso hasta a la entidad franjirroja el 29 de junio de 2019.