Se le echó en falta en los primeros entrenamientos de la semana. Raúl Lozano se marchó a Gijón después del partido frente al Alcorcón para disfrutar de unos días con la familia. Cabe destacar que desde su llegada al club, tras el cese de Fernando Soriano, apenas tuvo tiempo de volver a casa para recoger sus pertenencias y estar con sus seres queridos. Hombre de vestuario, que conoce Almería y al nuevo cuerpo técnico, no se pierde ninguna sesión, se interesa por los jugadores lesionados y siempre tiene el teléfono al lado para solucionar cualquier imprevisto. Lozano ha vuelto y ya tiene la maleta lista para viajar con la expedición a Tarragona.