Nada que oponer a la actitud del equipo ante el Girona y me quito el sombrero ante los aficionados del Almería que animaron sin parar a sus jugadores durante 93 minutos.

Cuando pitó Arcediano el final unos pitaron y otros hasta sacaron el pañuelo mientras los futbolistas daban la cara en el centro del campo esperando un aplauso que no llegó.

Este es el camino. Ha estallado la paz en el Almería y los futbolistas con su entrenador ya saben que los seguidores hartos de tanta mortadela quieren un platico de jamón en Tenerife.

Si se mantienen estos parámetros tengo fe en la permanencia. Los seguidores siguen estando a años luz del equipo y estol es un gran beneficio para el profesional que sabe que sus errores en el partido no serán recriminados.

Tenemos una afición de Primera y un equipo sufridor pero cada uno a lo suyo se puede conseguir el objetivo de la permanencia. Sin pitar al equipo durante el partido todo será más fácil.

Nunca hubo guerra entre equipo y afición pero es que ahora: ha estallado la paz.

Este es el camino de la gloria.