Nueve menos cinco de la mañana de cualquier día lectivo. Calle Padre Méndez, Obispo Orberá o Rambla Federico García Lorca, y la imagen es siempre la misma, multitud de coches en doble fila y niños saliendo de ellos para entrar a clase. Esta imagen es tan común en la ciudad de Almería como peligrosa para los niños y conductores.

Para tratar de acabar con esta situación mejorando el tráfico y la seguridad de los menores, desde el Ayuntamiento se ha puesto en marcha un proyecto para la realización de caminos escolares, es decir, rutas seguras en las que los pequeños puedan acudir andado o en bicicleta al centro.

Exactamente el objetivo de este programa es promover el desplazamiento con seguridad y autonomía de menores de entre 6 y 12 años que recuperan el uso y disfrute del espacio público.

Grupo
Para este fin, y coordinado por la intendente de la Policía Local y directora del Gabinete de Educación Vial, Carmen López, trabajan el gabinete de Educación Vial, agentes de Policía Local de Educación Vial, un animador socio-comunitario, técnicos de Tráfico y otro de jóvenes menores de 30 años gracias al plan emple

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Según explica López lo principal es que desde el centro educativo tanto profesorado como padres, se apueste por generar estas rutas. Para ello, lo primero es reunirse con el profesorado y el AMPA para ver la situación actual y la implicación.

Después, se realizará un estudio de cómo se mueve el alumnado y el personal del centro, docente o no, a través de unas encuestas.

Por último, se analiza el entorno por técnicos de tráfico y se diseñan los caminos escolares peatonales seguros tras detectar posibles puntos negros y las zonas verdes, es decir, que funcionan bien.

Tanto a los alumnos como a los padres se les informa a través de charlas sobre educación vial, movilidad sostenible y el proyecto en cuestión a lo largo del proceso.

A partir de entonces, llega el momento de poner en marcha actividades para fomentar entre los padres y alumnos esos caminos peatonales. Según López una de las primeras actividades consiste en “caminar con amigos o con familia al colegio, incluso se juntan varios vecinos y acuden recorriendo el camino seguro que hemos trazado”.

Actividades
Otra opción es la denominada como ‘pedibus’ que consiste en hacer el recorrido del autobús pero andando. Pero quizá, lo que mejor aceptación tiene es el aparca y camina que lo que pretende es que “los padres aparquen a una distancia prudente del centro escolar y recorran el resto del camino andando evitando así las dobles filas” y es un hábito que se queda fácil.

Además se promueve el uso compartido de los coches, implicar al entorno, implantar recorridos a pie, establecer itinerarios peatonales, jornadas de difusión de la bici, entre otras muchas iniciativas para la movilidad sostenible.

Peticiones
Hasta el momento se han adherido al proyecto el colegio Freinet, Ginés Morata, Torremar, Mar Mediterráneo y el CEIP Europa.

La intención es “llegar al mayor número de centros educativos posible” ya que lo que buscan es fomentar la movilidad sostenible en toda la ciudad y sin duda, los centros educativos necesitan una mejora del tráfico para eliminar dobles filas y para mejorar los hábitos de los niños.