Acudir a aplicaciones y chatbots que prometen tratar problemas psicológicos sin supervisión profesional puede ser peligroso. La ilusión de ayuda rápida oculta riesgos reales: desde diagnósticos erróneos hasta decisiones que comprometen la salud mental.

La inteligencia artificial puede ser útil, pero nunca sustituirá la mirada, el criterio y la ética de un psicólogo o psicóloga de carne y hueso. En este contexto, los profesionales del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental (COPAO) se reúne hoy en la capital para alertar sobre los peligros de los falsos terapeutas digitales en el XXVI Convención de la Psicología de Andalucía Oriental. Un evento que reunirá a más de 250 profesionales de la disciplina de la psicología en el Teatro Cervantes de Almería, a partir de las 19:00h.

“La convención anual que celebramos en Almería es el mayor encuentro de profesionales de la psicología de nuestro territorio”, explica Mariela Checa, decana del COPAO. “Con esta convención intentamos poner en valor nuestra profesión, especialmente en un momento complicado de intrusismo y con la aparición de la inteligencia artificial como falsos terapeutas. Esto tiene consecuencias negativas, sobre todo en población infantojuvenil, pero también en adultos. La salud mental es algo muy serio y debe estar en manos de profesionales cualificados”. Ha recalcado Checa.

La mañana ha comenzado en la sede almeriense del Colegio, en calle Montellano, con la ponencia de Rocío de la Vega, investigadora del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universidad de Málaga, titulada “Descifrando el dolor: lo que la psicología puede (y debe) aportar”.

La sala quedó llena, con profesionales atentos a cada palabra, conscientes de que la atención presencial sigue siendo insustituible. Posteriormente, Noemí Álvarez, vocal de Psicología Clínica del COPAO, moderó una mesa de debate sobre intervenciones en pacientes con dolor crónico, con la participación de José Manuel García, catedrático de la Universidad de Almería, y Alicia Pradas, directora del Centro de Terapias Humanistas de Almería.

Y es que, como ha señalado Israel Mañas, vicedecano de COPAO en Almería: “Queremos mostrar las diferentes formas de evaluar, intervenir y tratar el dolor, tanto físico como emocional, y cómo la psicología humaniza nuestra relación con él. La convención refleja nuestro lema: variedad que inspira, unidad que impulsa”.

La sesión oficial arrancará a las 19:00 horas en el Teatro Cervantes, con la inauguración a cargo de Israel Mañas. La ponencia magistral será impartida por, según Checa, "uno de nuestros popes, en la psicología": Marino Pérez, catedrático de la Universidad de Oviedo, bajo el título “La crisis de salud mental a examen: lo que deben saber los psicólogos y psicólogas”. 

En el acto, también se va a premiar a los psicólogas y psicólogos que cumplen 25 años de colegiación. Además de entregar los premios de Trabajos Fin de Grado y de Investigación en Psicología Aplicada ‘Juan Huarte de San Juan’, y homenajear a la Sección de Psicología de la Intervención en Crisis, Catástrofes y Emergencias por sus 27 años de trayectoria.

La decana insiste en la necesidad de defender la profesionalidad frente al intrusismo y los falsos terapeutas digitales: “La inteligencia artificial es un desarrollo imparable, pero hay que canalizar su uso adecuadamente. Para buscar soluciones a problemas de salud mental, no es la herramienta adecuada. La psicología debe permanecer en manos de quienes cuentan con formación y ética profesional”. A esta línea se ha adherido Mañas: “Queremos que la psicología esté presente en todos los lugares y en todas las instituciones. Nuestro objetivo es desterrar el intrusismo y que la gente acuda siempre a profesionales de salud mental.”

La jornada en Almería deja claro que, frente a la velocidad de la tecnología y los falsos terapeutas digitales, la psicología profesional sigue siendo insustituible. Entre ponencias, debates y reconocimientos, los más de 250 asistentes reforzaron la idea de que la formación, la ética y la experiencia humana no pueden ser replicadas por un algoritmo.