Como recuerdo de lo que fueron, sabiendo que serán los siguientes en caer de forma inexorable, quedan aún en pie dos pilares del que fue el puente de la Avenida del Mediterráneo, justo los que sustentaban el primer tramo que cruzaba en voladizo la Avenida de Montserrat.

Allí, como si de las columnas de Hércules se tratara, aún serigrafiados con el lema ‘Anuncios No’ y con la base llena de carteles de conciertos, presiden la imagen de absoluta destrucción que le rodea entre escombros, hierros y maquinaria. Ellos son ‘los últimos del puente’. Esos grandes mastodontes de hormigón armado que marcarán el final definitivo para una era, la que permitió salvar la división que las vías del ferrocarril provocaban en la ciudad a través de este paso elevado. A partir del mes de marzo, si todo va bien, se podrá utilizar de nuevo la Avenida del Mediterráneo pero ya será a ras del suelo.

Explicaba el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, en la visita que realizaba a la capital almeriense el pasado lunes, que la obra ha incrementado su presupuesto hasta los 185 millones de euros debido al incremento de los materiales, principalmente, pero que mantenía los plazos de construcción, es decir, en octubre de 2026 debe estar la obra totalmente terminada. Tanto es así, que según anunciaba, tiene que haber un porcentaje importante de la obra, el que corresponde a la financiación de los fondos europeos, que debe estar lista un poco antes, en los meses de verano.

En estos momentos saber el punto justo en el que se encuentra la totalidad de la obra es complicado, lo que sí está claro es que en lo que a certificaciones de obra se refiere ha superado el 50%, por encima de los 93 millones de euros.

Los trabajos ya permiten ver los túneles culminados en muchos tramos. De hecho, entre los próximos grandes hitos que tiene prevista la dirección de obra se encuentra el montaje de la vía.