Una calle olvidada de Almería vuelve a exigir soluciones decorando sus balcones
Los vecinos recuperaron la tradición de sus abuelos un año más al reunirse a las puertas de sus casas para exigir una respuesta
Decoraciones de la calle Cucarro.
Dicen que hay una preciosa calle en Almería donde sus vecinos han puesto un toque de color y alegría a sus balcones. Una calle en la que, durante la Feria de Almería, se ha recibido a los almerienses y turistas con los brazos abiertos y con la sencillez de quien está acostumbrado a apañárselas.
No es la primera vez que este rincón perdido -y a la vez tan céntrico- de la capital intenta mostrar a la ciudad la belleza de "lo de siempre". Hace ya un año, los vecinos de la Calle Cucarro (situada en el barrio Alfareros-Plaza de Toros) decoraron sus fachadas y balcones para reclamar al Ayuntamiento el arreglo integral de la vía. Pese a la repercusión que tuvo, los vecinos lamentan hoy que nada ha cambiado en los últimos doce meses.
Este año han repetido la iniciativa de la mano de las fiestas de la Virgen del Mar, con más vecinos implicados y con un mensaje claro: "No queremos parches, queremos un arreglo integral". Isabel López, vecina del Cucarro y miembro de la Asociación Vecinal Alfareros-Plaza de Toros, lamenta que "desde el año 90 no se ha hecho nada en condiciones": "No se trata de política, se trata de que ya nos toca", añade.
Calle Cucarro, en pleno centro de Almería, decorada como grito de auxilio.
Reivindicaciones en los balcones
El embellecimiento de balcones y fachadas a través de materiales reciclados y reutilizados no es solo una manera de sintonizar con la Feria de Almería. Es su forma de dar visibilidad a su calle en redes y atraer a visitantes -e incluso a extranjeros-. "Con las decoraciones estamos consiguiendo ser visibles 100%. Nos vamos a seguir organizando, decorando y difundiendo hasta que nos escuchen", reclaman.
Y es que la iniciativa ha conseguido, por segundo año consecutivo, cohesionar a un barrio que hacía años que no tenía una vida vecinal tan intensa y unida: reuniones con mucha participación, vecinos jóvenes arrimando el hombro y apoyo de gente de otras calles han sido las tónicas dominantes de estos días de Feria en la calle paralela a la Plaza de Toros. "Hemos organizado, incluso, una comida conjunta de todos los vecinos del barrio, para reforzar lazos y actuar de manera conjunta", afirma Isabel.
Reunión vecinal para reforzar lazos en la calle Cucarro.
Lo que piden los vecinos
Cuando alguien camina por la calle puede escuchar el eco de las risas y de la camaradería que una vez reinaron en el Cucarro y sentir el paso del tiempo en sus baldosas, sus fachadas y sus aceras. Con grietas, roturas y parches en el asfalto de la carretera, los vecinos tienen dificultades en su vida cotidiana. Es el caso de Isabel, que sufría cada vez que tenía que sacar a su madre a la calle en silla de ruedas: "Por la acera no cabe. Bajar el escalón hasta la carretera con el peso que supone día sí y día también cuesta mucho", lamenta.
Alcantarillas reventadas, bordillos altísimos y aceras estrechas obligan a los vehículos a invadir el espacio peatonal, generando riesgos de sefuridad que incluyen robos, tirones y atropellos
Los vecinos exigen, por tanto, no un simple parcheo, sino su reforma integral que incluya bordillos, saneamiento, alcantarillado, aceras adaptadas, la retirada de postes y la eliminación de materiales obsoletos como el amianto.
Las decoraciones se hacen con material reutilizado.
Denuncian que la vía "no cumple ninguna normativa actual de anchura ni de accesibilidad" y que, pese a los escritos y reclamaciones trasladados a través de la asociación de vecinos, no han recibido respuesta formal del Ayuntamiento. "No pedimos nada que no esté dentro de la ley", subrayan.
Por su parte, fuentes municipales aseguran que el Ayuntamiento es consciente de que la zona necesita una intervención integral y que esta calle se encuentra ya en cartera. "Se está estudiando cómo poder llevarla a cabo", aseguran.
Mientras tanto, el Cucarro seguirá "viviendo en el tercer mundo", según cuentan los vecinos, quienes viven las consecuencias, entre robos, tirones y riesgo de atropellos: "El día que pase algo grave, ¿quién se hará responsable?", preguntan.
Olvidados en la era de la renovación
No es secreto para nadie que Almería entera se encuentra en camino de un nuevo resurgir; un plan de modernización en el que los vecinos del Cucarro no se sienten incluidos: "Cuando bajamos, vemos ese Paseo tan hermoso que están dejando y lo nuestro es un agravio comparativo total", denuncia López, quien no ha visto cambiar su calle desde hace más de tres décadas.
Señalan que en el barrio y alrededores se han reformado ya numerosas calles: San Diego de Alcalá, Lepanto, Cruces, La Parma, Urbaneja, La Noria y un largo etcétera en el que les gustaría incluirse.