Indalianos

Kayros
01:00 • 03 may. 2017

Estos días se ha  presentando en Almería el libro de Fausto Romero que mayormente recoge las conversaciones del autor con Perceval y los suyos. No es poco hacer  acopio de la historia para crear una mitología donde aparezcan la invención del Indalo, el Renacimiento, la pintura  tal como la concebía en aquel tiempo Eugenio de D´ors, y la vida social de la ciudad. Gracias a  este movimiento  entre  el arte y el esoterismo, se estuvo hablando de Almería más de cuarenta años. En aquellos años la segunda provincia más pobre de España con una renta per capita bajísima  fue  objeto de promoción   ruidosa  gracias   a los favores de un falangista avispado  que   a su  servicio   tuvo toda la prensa española   del momento. El manuscrito de Fausto lo leí tan pronto hubo que  desalojar   la biblioteca  del maestro  cediida  generosamente por la familia  a la Diputación  de  Almería, un trabajo de catalogación y limpieza  que tuve   honor  de dirigir  con  el asesoramiento  de Antonio  López Ruiz. Oír hablar hoy de todo aquello  después  de sesenta años en que hemos conocido el fin de la dictadura junto  al advenimiento de la  democracia resulta cuando menos curioso El viaje  a Madrid  de los indalianos se logró   al amparo de la Falange y hoy   resulta un dato fundamental para enterder aquel tiempo. Toda la  cadena del Movimiento  se puso a disposición de  lo que  Eugenio  D´ors llamó el fetiche. En torno  al fetiche   los intelectuales  se inventaron  una peculiar historia de Almería. El Indalo unas veces  aparecía como  vestigio prehistórico, otras como un  modelo renacentista y otras como   un  evangelizador  apostólico.  Lo  más consistente  que ha quedado en la  historia  del arte es el movimiento indaliano enc arnado  en  la obra  de  siete  pintores que alguien llamo llamaría  los siete magnificos. Aquí lo más   llamativo  y perdurable es el paisaje almeriense , simbiosis  poética del desierto, el invernadero  y el mar. También la Chanca   es hija  no solo  de la pintura , también  da la literatura. No podemos olvidar tampoco  la lucha la dialéctica Perceval- Goytisolo, dos maneras de entender la belleza  en madio de la pobreza. El libro  de Fausto no fue bien acogido por los servicios editoriales de la democracia. No deja de ser curioso que haya  aparecido setenta años  después de escrito  cuando  Gabrial Amat dirige la diputación y el PP gobierna en España. Cuántas cosas ha tenido que ocurrir para que  el Indalo se  apropie otra vez de  la calle, metáfora ancestral de Almería.


 







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