Estudian una guitarra de Antonio de Torres construida en Almería en el año 1856

Estudian una guitarra de Antonio de Torres construida en Almería en el año 1856

Guillermo Fuertes
18:08 • 11 sept. 2012

Es un instrumento que puede decir muchas cosas, que replantea muchos conceptos en una parte del gabinete armónico del almeriense Antonio de Torres, uno de los constructores de guitarras más importantes y a la vez más enigmáticos de la Historia.


Y para el estudioso y también luthier Joaquín Pierre, es una guitarra que corrobora una de sus tesis: que la que hasta ahora se considera como La Leona, en propiedad del coleccionista alemán Erhard Hannen y considerada por muchos la guitarra ‘cero’, primigenia, es en realidad un instrumento anterior a la fecha que aparece en su etiqueta, y que ambas, aquella y esta, fueron hechas en Almería, y no en Sevilla.


“¡Una maravilla!”




Esta historia comenzó para Pierre a principios de septiembre. Un amigo, José García Herrerías, lo había llamado para que le diera su opinión sobre una guitarra que tenía un coleccionista privado que es cliente suyo. Pierre colabora desde hace tiempo con el portal de internet www.antoniodetorres.es, donde documenta y analiza los instrumentos que aparecen o son remitidos. “Tal vez por ahí me conocieron como una suerte de opinión autorizada...”, admite.


Tras dudar al principio, accedió a echar un vistazo al instrumento, de modo que un día “llego a la tienda, abro el estuche y... ¡Madre mía!, nada más de ver el puente de la guitarra...”, se echa las manos a la cabeza. “Y me dice José: ¿Es interesante? Le dije: ¿Interesante? ¡Es una maravilla! ¡Es una Leona!”.




“La traza del instrumento, el puente...”, continúa. “La cojo y es un instrumento tremendamente acabado, con una sofisticación... Y la etiqueta totalmente hecha a mano, algo inédito. En mi opinión, esta guitarra fue un encargo personal de un amigo, fíjate que no pone ‘Don Antonio de Torres’, como en el resto, sólo el nombre”.


La prueba del espejo




Lo primero que hizo Pierre fue buscar un espejito para la prueba del millón. “¿Cuál es la patente de Torres? Las famosas y características siete barras en abanico”, explica. “Así que cojo un espejito, que es lo que se hace normalmente, protegimos la etiqueta, lo metimos y vimos la parte interna de la tapa, donde está el puente y realmente viene ese registro de Torres. Dije: si tiene las barras, no hay ninguna duda. Y las siete barras tenía, perfectas, con sus diagonales....”.


Entonces la midió e hizo las plantillas. El instrumento lo maravillaba cada vez más. “Tiene el corte de diapasón más evolucionado de todos los instrumentos de Torres”, enumera. “Las barras son completamente paralelas, continuas y con una sección transversal de ojiva, un poquito disminuidas hacia el borde libre, pero los extremos están planos para ponerles los peones. Eso es una característica de las guitarras de Torres”.


Detalles y materiales


“Tiene una sutileza, por ejemplo, en el hermanado de la chapa, cómo dispone ese color de la madera, cómo lo casa... El diapasón está hecho en dos partes, y hasta la tabita está cortada y hace un efecto de pluma. Es impresionante. El clavijero es original, de los que se han encontrado pocos...”.


Los materiales, además, son de lujo. La caja es de palo santo dalbergia, el fondo, los aros, el diapasón y el puente, también son de palosanto. La tapa es de pino abeto, el mástil de cedro cubano, y el baretaje, de pino de Flandes.
Ahora, Pierre está realizando el informe, detallado y científico, y se dispone, con la autoriza


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