“La Unión Europea es fuerte para negociar un brexit sin aranceles”

El brexit, o más concretamente sus efectos en las transacciones comerciales está a la vuelta de la esquina. Por ello la XIV edición de las Jornadas Agricultura Almeriense en el Siglo XXI se dedicaron en esta ocasión a analizar los escenarios que se abren para las exportaciones de las empresas almerienses que tienen en el Reino Unido su tercer mercado, privilegio que quieren mantener pero que aún está por definir. 

Pleno de mujeres en la jornada, como destacó la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, que recordó que un 30 por ciento de socios de las cooperativas son mujeres, “pero sólo un 5 por ciento en los cargos directivos de las empresas”. Además de la propia Crespo participaron como ponentes la eurodiputada y vicepresidenta de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo Clara Aguilera, la directora general adjunta de Agricultura de la Comisión Europea, María de los Ángeles Benítez, la directora general de Industrias, Innovación y Cadena Agroalimentaria de la Junta de Andalucía, Carmen Cristina de Toro, y la directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, , Esperanza Orellana.

El debate, propuesto bajo el título ‘El brexit hortofrutícola’ por los organizadores, La Voz de Almería, Cadena SER y Agricultura2000,  con la colaboración de Cajamar Caja Rural, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Vícar, se celebró de forma semipresencial en el Teatro Auditorio de esta localidad del Poniente, y desde su inicio dejó claro el anhelo de un brexit blando, que no suponga la imposición de nuevos aranceles y que propicie un intercambio ágil de mercancías, particularmente de productos en fresco como los que se producen en el campo almeriense.

Las negociaciones continúan y para las ponentes que participaron este jueves en la Jornada cualquier escenario es posible, pero señalan que la Unión Europea tiene fuerza suficiente como para avanzar hacia el objetivo de crear una zona de libre comercio que permita mantener los intercambios comerciales en un nivel similar al que disfrutaba hasta ahora.

Una coincidencia que no es óbice para que recuerden que, al fin y al cabo, Reino Unido será a todos los efectos un país extracomunitario y, por tanto, haya que estar preparados para cualquier circunstancia, incluyendo una falta de acuerdo que podría suponer la llegada de aranceles y condiciones diferentes, como certificados de exportación, controles de aduanas y certificaciones de salidas o de residuos.

La consejera Crespo pedía que la UE tenga en cuenta esa posibilidad y, además de negociar con Reino Unido, Bruselas tenga en cuenta los resultados de los acuerdos, o de la falta de ellos, para  prestar apoyo a los agricultores españoles, y con ellos de los almerienses, tanto en cuanto a una posible reducción de exportaciones como en los acuerdos que se firmen con terceros países para que exista un mayor control de importaciones que evite el impacto negativo en los productores.