La Borriquita lució todo su esplendor en una mañana soleada

La Borriquita lució todo su esplendor en una mañana soleada

Manuel Morales
01:00 • 24 mar. 2013

La lluvia caída sobre la ciudad en la noche del Sábado de Pasión, y que no pudo con las hermandades que procesionaron, dio paso a un sol magnífico para que la hermandad de la Borriquita luciera todo su esplendor por las calles de la ciudad, con un incremento importante de niños hebreos en sus filas, quienes, como es habitual, pusieron la nota de alegría de color al Domingo de Ramos.

Desde primeras horas de la mañana había un gran bullicio en las inmediaciones del templo, con motivo de los cultos propios de la parroquia y la bendición de palmas y ramos de olivo, mientras iban llegando los cofrades e integrantes del cortejo procesional.

Esta es una hermandad muy diferente a las demás, alegre y casi festiva, porque se trata de rememorar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, por lo que los niños hebreos, acompañados por toda la familia, padres, abuelos y demás, aportan un gran bullicio, habitual en este cortejo de toda la vida.

A la vez, en el interior del templo se viven escenas emotivas de los costaleros delante de sus titulares, preparándose para introducirse en los pasos mientras los capataces dan los últimos consejos.


Salida temprana
La hermandad ha madrugado más este año en salir a la calle, lo que ha hecho que hubiera menos gente en la puerta aguardando la salida, debido al cambio de horario. Así que minutos después de las diez de la mañana, ya se estaba conformando el cortejo en el interior del templo.

A la hora prevista se abrieron las puertas del templo del Espíritu Santo, y comenzaba a salir la cruz guía con una gran puntualidad, Detrás la seguía esa grey interminable de niños hebreros, en un número superior a años anteriores.

Mientras, el capataz Francisco Javier Jiménez comenzaba a realizar la maniobra de salida para hacerse con la calle poco a poco. Despacio y con mucha serenidad, irrumpiendo con elegancia, con movimientos de ‘alante para atrás’, y ganando la calle paso a paso, ante la mirada atenta de los concurrentes que irruempieron en un fuerte aplauso cuando la imagen de Jesús en la Borriquita estaba en la calle.

La Virgen de la Paz
Comenzó así su andadura por las calles de la ciudad, acompañado por el somido de la Banda de Corneta y Tambores Ntra. Sra. del Mar, de Huércal de Almería, como viene siendo habitual en los últimos años.

Poco después hacía lo propio el capataz del paso de palio de la Virgen de la Paz, Antonio Jesús Gálvez, haciendo una gran maniobra por parte de la cuadrilla, que tiene que bajar un poco a tierra para que la Señora no roce en el umbral de la puerta del templo, y salir a la calle entre el estruendo de los aplausos, el tintinear de las campanillas y el sonido de la música de la Agrupación Musical Nevada, de Granada.

Coordinación, orden y belleza
Paso a paso también, la hermandad se adentraba en el centro de la ciudad con una gran coordinación y orden, a pesar de que en el primer tramo puede ser un poco dificultoso por los pequeños hebreos. Pero los nazarenos que los coordinaban se esforzaron de que los niños y familiares guardaran el mayor orden y respeto, como así sucedió. No les faltó caramelos en todo el recorrido.

De especial belleza resultó el paso por la calle de las Tiendas, por su estrechez, y por la S.A.I. Catedral, que habría por primera vez sus puertas al paso de una hermandad, como sucederá durante toda la semana, por acuerdo tomado por el Cabildo Catedralicio a petición de las hermandades.

También lució su esplendor La Borriquita a su paso por el Paseo de Almería, en carrera oficial, iniciando su regreso al templo por la calle Navarro Rodrigo para enfilar Obispo Orberá. El encierro se producía poco antes de las tres de la tarde, con una gran belleza y trabajo de las cuadrillas.







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