La moción de censura prospera y Hernández ya es alcalde con el apoyo del PSOE

El bastón de mando del alcalde de Carboneras ya está en las manos de Salvador Hernández. El exregidor carbonero y único concejal de Ciudadanos en la Corporación ya es de nuevo alcalde de Carboneras después de que haya prosperado la moción de censura que días atrás presentaron los concejales socialistas, el edil de ciudadanos y el único concejal no adscrito de la Corporación.

En total, la iniciativa política ha logrado el apoyo de siete concejales de los trece concejales que conforman la Corporación carbonera. Expulsan así de la Alcaldía al hasta hoy regidor de Carboneras, Felipe Cayuela (PP), que pasa a la oposición tras el Pleno que arrancaba este viernes de forma puntual a las doce del mediodía.

Según lo pactado entre los diferentes grupos políticos que firmaron la moción de censura el pasado 1 de marzo, Hernández será el alcalde hasta pasado el verano de 2025. Será entonces cuando, previsiblemente, tendrá que renunciar a la Alcaldía para que sea el candidato del PSOE y también exregidor, José Luis Amérigo, quien se convierta en el alcalde de Carboneras.

La sesión ha transcurrido con normalidad entre el público, que ha abarrotado el salón de plenos. De este modo, la tensión no ha marcado la reacción de la población que se ha dado cita en el Ayuntamiento pero sí las intervenciones de los protagonistas, especialmente la del ya exalcalde Felipe Cayuela y la del nuevo regidor, Salvador Hernández.

En este sentido, Cayuela ha centrado sus palabras en criticar la actitud mantenida por quien comenzó este mandato como su socio de gobierno, el concejal de Ciudadanos. El portavoz del Grupo Popular ha insistido en que, al menos en parte, lo que ha motivado esta moción de censura han sido los intereses personales de Hernández, al igual que ha afeado que sea alcalde el candidato con menos votos en las elecciones municipales, "por odios o por venganzas".

Cayuela ha incidido en que "el que quiera ser alcalde que trabaje  por el pueblo, que esté en la oposición cuatro años.  Lo que quiere la gente es que un alcalde lo elija el pueblo, que se presente a elecciones y que las gane, esa es la mejor vía, la que representa la democracia, no esta que no se como calificarla".

Ha rechazado las "graves acusaciones" contenidas en el texto de la moción, y ha hecho "aclaraciones" como que, según ha dicho, a su llegada al gobierno de Carboneras, se "encontró facturas por pagar por un importe superior a 3,3 millones de euros".

"Estos problemas no se han creado desde la toma de posesión de Felipe Cayuela, estaban ya y de estos 3,3 millones de euros ahora se deben poco más de 800.000 euros y esa es la verdadera realidad", ha asegurado, al tiempo que ha remarcado que "hay dinero suficiente en las arcas municipales para hacer frente al pago a los proveedores, a la espera de que se nombre un tesorero".

Ha negado, asimismo, los reproches de "nepotismo" y ha señalado que Hernández "no es que no se merezca ser alcalde, es que no se merece ni ser concejal". "Para mí lo que debería de hacer alguien es dimitir", ha concluido.

Por su parte, el nuevo regidor, Salvador Hernández, se ha referido a Cayuela como un alcalde que estaba "fuera de sus cabales" y ha recordado las palabras de la sultana Aixa a Boabdil el chico dedicándole un "no llores como un niño lo que no has sabido defender como alcalde".

El recién nombrado primer edil también ha hecho hincapié en el futuro de los carboneros, "sueño con que Carboneras tenga las mejores infraestructuras y servicios". También ha hecho alusión al compañerismo y al entendimiento político, "los ciudadanos demandan entendimiento, más cordialidad y respeto entre nosotros y al pueblo, los pilares de este nuevo Gobierno".

Ha destacado la "responsabilidad" que ha llevado a tomar esta decisión a él y al que será su equipo de gobierno "independientemente de la ideología y de las ideas políticas" al tiempo que ha remarcado que tienen "una labor muy importante de recomposición" en un "pueblo que ahora mismo está totalmente dividido" y que "va a someter a una rigurosa y permanente fiscalización las decisiones que tomamos".

"La actual realidad política municipal contiene inequívocos mensajes que no podemos desatender", ha subrayado el nuevo alcalde carbonero, quien ha reconocido "laboriosas negociaciones" con los socialistas para pactar la moción de censura "ante un gobierno municipal del PP naufragado".

El portavoz socialista, José Luis Amérigo por su parte ha declarado que "la inestabilidad en el gobierno, la falta de presupuestos y el menoscabo de la convivencia, ha hecho superar las diferencias que pudieran haber, para llegar a un acuerdo para trabajar por el futuro de Carboneras que es lo que nos interesa a todos".  Además ha defendido que la moción de censura "era un clamor" en el municipio debido a "la desconfianza generalizada" en la gestión del PP y ha aludido también a la "inestabilidad fruto de la minoría" con seis concejales", concluyó.