¿Por qué relacionamos la imagen de San Antón con el fuego?

“La enfermedad que curaba este Santo hacía sentir que el cuerpo ardía por dentro”

Imagen de una hoguera de San Antón en Almería.
Imagen de una hoguera de San Antón en Almería. La Voz
Marina Ginés
18:10 • 13 ene. 2023

Muchos son los municipios que celebran ese esperado día de San Antón a ritmo de pólvora, chispazos y fuego. Pero la relación del santo con el fuego viene dada varios siglos atrás y tiene un origen muy peculiar relacionado con una extinta dolencia llamada “ergotismo”.

Así lo contó el historiador, Andrés Carrillo para la Cadena SER, Allá por los siglos IX y XI, existía una dolencia que acusaba a gran parte de la población que hacía sentir “que el cuerpo ardía por dentro”, la comparaban entonces con la lepra y pensaban que era una variedad de peste medieval. En las peores ocasiones los enfermos tenían que sufrir la amputación de extremidades por gangrena. Esta enfermedad era denominada como “ergotismo”, pero fue conocida popularmente como “el fuego de San Antón o el fuego del infierno”.






Y es que según detalló Carrillo en aquellos años convulsos se instaló entre el populacho la creencia de que este Santo curaba esta dolencia como por arte de magia, en este caso por la gracia de Dios.






“San Antonio se hizo muy famoso, ya que si visitabas la Capilla de las Reliquias del mismo, en Santiago de Compostela o bien las reliquias de la abadía francesa donde se encontraban sus restos, te podrías curar de esta enfermedad”, hasta tal punto llegó esta creencia que según detalla el historiador, se creó toda una orden hospitalaria por toda Europa para curar a los enfermos. La orden de los canónigos agustinianos Hospitalarios de San Antón que sembraron el Camino de Santiago de hospitales para acoger a estos enfermos. Se hacían distinguir por portar la cruz de San Antón, en forma de "T" o "cruz Tau" de color azul sobre la zona pectoral de su hábito negro.






Y es que, la gente que se tiraba días y semanas caminando para llegar hasta este lugar de peregrinaje donde visitarían las reliquias de San Antón finalmente se curaban de esta enfermedad, pero, ¿Dónde estaba el secreto para la cura del ergotismo?. Pues bien Andrés Carrillo explicó las claves de la curación milagrosa de estos miles de feligreses.




Allá por el año 1100, el pan de los pobres estaba hecho con harina de centeno y había una bacteria que afectaba a la espiga del centeno, “todo esto se machacaba se hacía harina y se comía y esto era lo que originaba esta enfermedad”.


El “truco” estaba que durante el camino que recorrían los feligreses hasta encontrarse con la reliquias de San Antón, estos se hospedaban en albergues o en los centros hospitalarios y entonces dejaban de consumir su pan de centeno. Durante el camino les trataban muy bien, según Carrillo y les ofrecían “pan blanco y buen vino sino pan”, dos piezas clave en esta curación que finalmente al no comer este pan de centeno, todos los afectados notaba una mejoría de su enfermedad y se curaban.

Siglos después se descubrió la explicación a esa cura milagrosa de este “Fuego de San Antón”, sin embargo, la devoción hacia el Santo y su relación con el fuego ha continuado hasta nuestros días ya con la celebración de esas fogatas o carretillas que se celebran en su honor.  


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