“Va por ustedes”: las levantás de Ramón Garrido en el pregón de la Semana Santa

Lleno en el Auditorio Maestro Padilla a solo siete días del Domingo de Ramos

Un momento del pregón de Ramón Garrido.
Un momento del pregón de Ramón Garrido.
Álvaro Hernández
12:18 • 26 mar. 2023 / actualizado a las 23:08 • 26 mar. 2023

Si Cristo cayó tres veces en su camino hacia el Calvario, Ramón Garrido Domene levantó tres veces a toda una Semana Santa, la de su Almería.



Lo hizo este domingo en el Auditorio Maestro Padilla en su pregón oficial de la Semana Santa de la ciudad, con la ayuda de una colosal Banda de Cornetas y Tambores de Santa Cruz.



Arrancó el canónigo de la Catedral presumiendo de su tierra, paseó por toda la Semana Santa, reivindicó y terminó por el principio. Esta es la crónica de un pregón hecho con sotana, pero lejos de los púlpitos.



Almería



“Qué tristeza que no te conozcan Almería del alma mía. Que no te reconozcan como la provincia más emprendedora de nuestra nación”. Con estas palabras, al comienzo de su pregón, Ramón Garrido  presumía de provincia, al mismo tiempo que reclamaba para nosotros la atención que, a su juicio, merecemos, no sin antes confesarse “orgulloso de ser español, almeriense y andaluz; católico y barroco, torero y macareno, monárquico y europeo. Soy avilista, teresiano, josefino e inmaculista. ¿Y dicen que eso es de ser trasnochaó? Aquí estoy yo para desmontar la teoría y lo políticamente correcto”.



Todo ello, antes de advertir del primer toque de martillo, seguido de la interpretación de la marcha real. El pregón había empezado.



Semana Santa



No se dejó Garrido ni un barrio que recorrer, ni un titular sin mencionar, ni un grupo cofrade sin aplaudir: desde costaleros hasta mantillas, penitentes de una hermandad y acólitos de otra, bandas de la ciudad, toda la Semana Santa estuvo en el escenario del Auditorio Maestro Padilla.


Pero merece una especial reseña el momento en el que Garrido se detuvo en el Miércoles Santo para pregonar lo que pasa ese día en San Ildefonso, parroquia que administra el pregonero actualmente. 


Si en el preámbulo el canónigo ya se reconocía macareno, llegados a este punto firmó una relación para la eternidad con la hermandad de la Plaza de Toros.


“Si la Macarena de Sevilla tuvo como valedor al canónigo Muñoz y Pabón, la Macarena de Almería tiene otro canónigo que se llama don Ramón” rimaba levantando las risas del público, justo antes de hacer un anuncio de vital importancia: “El día que reciba sepultura quiero descansar bajo las plantas de la Macarena. Si la autoridad eclesiástica no lo autorizara, dejad escrito en mi lápida: ‘sacerdote macareno’”.


Y llamó la atención también el final de este paseo. No en vano, Garrido terminó por el principio, en un juego literario perfecto para los tiempos que corren.


“No me he olvidado de la Hermandad de Piedras Redondas. Los primeros serán los últimos. Porque vuestra advocación tiene hoy más vigencia que nunca en la Iglesia: “Unidad.” Y he querido que seáis vosotros los que cerréis este pregón por el significado y el mensaje que nos debéis de trasmitir en un momento de desconcierto y rivalidad eclesial”, pregonaba el sacerdote.


A lo largo de este recorrido, Ramón Garrido ‘levantó’ tres veces de forma figurada, sin tocar martillo y a viva voz, dedicando esas levantás acompañadas por la música de Santa Cruz a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en su 125 aniversario; a la Agrupación, “que trabaja y se desvive por hacer de esta ciudad un trozo de cielo donde la ley sea la caridad y Cristo sea su consuelo”, y a los “verdaderos apóstoles que predican todos los dogmas y preceptos de Cristo, incluso los más severos, sin ninguna reticencia ni ablandamiento. Que hablan de la confesión, de la humildad, de la abnegación de sí mismo, de la castidad, del desprecio del mundo y del juicio final”. 


Y así, el pregonero, que fue presentado por el presidente de la Diputación de Almería, Javier A. García, pregonó y levantó a su Semana Santa. “¡Arriba las cofradías! ¡Va por ustedes!”.


Un pregón cofrade y reivindicativo

Con no pocas pinceladas teológicas pero muy alejado de una homilía dominical. Así fue el pregón cofrade de Ramón Garrido Domene, quien, ataviado con su sotana, no temió a la hora de reivindicar  no pocas cuestiones a lo largo y ancho de su pregón.


Con pinceladas como “el cerro de San Cristóbal llora la ausencia de su Cristo de la Pobreza” o “Si actualmente han derribado en España 1133 cruces, levantemos cada uno de nosotros un calvario en nuestro corazón”, Garrido tampoco esquivó temas como la persecución a los cristianos. Porque fue un pregón cofrade y reivindicativo.


Temas relacionados

para ti

en destaque