Cuando el Mercado Central abre sus puertas

La plaza sigue latiendo en pleno corazón de Almería con sus mejores productos

Carlos Miralles
11:15 • 07 mar. 2024

Son las nueve de la mañana. Los niños van a clase y los padres ponen rumbo al corazón de Almería para desayunar un buen chocolate con churros en el Habibi o El Sevillano, a las puertas del Mercado Central, donde los trabajadores ultiman los detalles para vender sus mejores productos de charcutería, carnicería, frutería, verdulería, gourmet... Y en la planta baja el pescado más fresco. Porque pese a la llegada de las grandes superficies el pequeño comercio sigue resistiendo, no sin dificultades, pero nadie le quitará la ilusión de abrir cada mañana para recibir a sus clientes, algunos de ellos de varias generaciones. Porque desde primera hora la plaza de toda la vida va recibiendo incluso a turistas que visitan Almería. Un grupo de italianos conoció este jueves el casco histórico. Por su parte, empleados de otras tiendas del centro aprovechan para desayunar en los alrededores o en el propio interior donde también está la cafetería Express. 



Entrar a la plaza es viajar en el tiempo. Aunque ya está totalmente renovada e incluso en la planta inferior tiene un Dia, resulta inevitable recordar aquellos paseos por la mañana con los abuelos para comprar fruta, verdura, carne o pescado. Porque hace no tanto tiempo no existían ni el Mediterráneo Shopping ni el Centro Comercial Torrecárdenas. El Mercado Central o bien el de Los Ángeles era el lugar elegido por las familias para llenar la despensa. Y hoy en día lo siguen siendo para felicidad de los comerciantes, muchos de ellos con una amplia trayectoria. Este lugar emblemático lugar cumplió ya 125 años.



Orgullo



La Frutería Milán, de Diego y Luisi, atiende a LA VOZ de Almería y Cadena SER mientras va recibiendo a sus clientes habituales. Enseñan orgullosos frutas y verduras recién llegadas a su puesto, porque para ellos nada supera el atender no solo a un comprador, sino que esa persona ya forma parte de una familia, la familia del Mercado Central. Levantando la mirada encuentras gastro tiendas, encurtidos, productos gourmet, charcuterías a las que llegan cada día embutidos de Serón; los Ibéricos de Ortuño; varias floristerías; y hasta una pequeña biblioteca. Hay de todo y para todos.



Pescadería



Va avanzando la mañana y es el momento de bajar a la pescadería. Apenas son las diez menos cuarto y ya empieza a notarse el bullicio. En su puesto esperan Juanfra Miras, que también es entrenador de fútbol y dirigió al Polideportivo Almería hace muy poco; y su compañero Fede. En este caso preside la vitrina un imponente pez espada. Varios clientes le preguntan si lo pueden fotografiar, a lo que accede Juanfra con una sonrisa: "Por supuesto". Él ha continuado con el legado de su padre. Cuando tenía diez años se iba con él a la plaza para vender pescado y ahora es el dueño. Ha cumplido 21 años al frente del negocio. "A partir de las once y media esto se llena de gente y aquí tienen su casa, tanto en mi puesto como en el resto de la plaza", cuenta Juanfra.



Resiste



No está siendo fácil para el Mercado Central hacer frente a las comodidades de los Centros Comerciales, las grandes superficies, sobre todo por el aparcamiento, pero les vale la pena abrir cada mañana y atender las necesidades de los almerienses como hacían sus padres o abuelos. Ya no se trata de levantar la persiana, sino de un estilo de vida. Dar servicio en pleno corazón de la ciudad con productos frescos y la mejor atención hacen que la plaza resista al paso del tiempo. Larga vida al pequeño comercio.


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