Los brotes de sarna se multiplican en las residencias de mayores de Almería

Desde 2022 se han registrado ocho brotes en la provincia, el doble que entre 2018 y 2021

Casi el 70% de los contagios por sarna en Andalucía en cinco años se ha producido en las residencias de mayores.
Casi el 70% de los contagios por sarna en Andalucía en cinco años se ha producido en las residencias de mayores. La Voz
Miguel Cabrera
20:27 • 22 mar. 2023

Doce residencias de mayores de Almería  han registrado brotes de sarna desde 2018, y ocho de ellas han sido en los últimos 14 meses, seis durante 2022 y dos entre el 1 de enero y el 6 de marzo de este 2023. Esto supone que en este periodo se han registrado más casos que en los cuatro años anteriores juntos, cuando se contabilizaron  cuatro brotes, según ha desvelado la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM), atendiendo a datos de un informe del Sistema de Vigilancia Epidemiológico de Andalucía y del Portal de Transparencia de la Junta de Andalucía.



La Federación ha alertado del aumento progresivo de los brotes de sarna en los geriátricos andaluces, puesto que han pasado de 17 en 2018 a más del doble en 2022, cuando se han registrado un total de 36, mientras que solo en los dos primeros meses de este año se han producido 11, que ya son uno más que en todo el año 2020. Además, como señala el presidente de la FOAM, Martín Durán, aunque la mayoría de las más de 600 residencias andaluzas no han tenido casos, en algunas de ellas han contado con varios brotes en el mismo año, lo que podría indicar “que algo no se está haciendo bien en algunos sitios”.



En el caso de Almería, los brotes registrados en los dos primeros meses de este 2023 han afectado a una residencia del Poniente y otra de la capital. En lo que se refiere a 2022, los centros con brotes de sarna se produjeron en tres centros de Almería capital o su cinturón, dos en el Levante y uno en la comarca del Poniente. En 2021 hubo dos brotes en sus doce meses, es decir los mismos que este año solo en enero, febrero y los seis primeros días de marzo. Se registraron en una residencia de mayores de la capital y en otra del Poniente. En 2020, el año en que estalló la pandemia del coronavirus, en que el Gobierno decretó el primer estado de alarma y el confinamiento, ha sido junto a 2018 el único en los últimos cinco en que no se ha producido ningún brote de sarna en los geriátricos almerienses. En 2019, por su parte, solo se produjo uno, en un centro de la capital. 



De esta forma, en Almería puede observarse que ese incremento de la sarna al que se refiere la FOAM es especialmente significativo, puesto que 10 de los 12 casos se concentran en los tres últimos años, y ocho en los últimos 14 meses.



421 brotes en Andalucía



La federación de mayores informa de que entre los años 2018 hasta el día 6 de marzo de 2023 se produjeron en Andalucía un  total de 421 brotes por sarna (226 en el grupo de colectivos y 195 en el ámbito familiar) y el número de contagiados ascendió a 2.852 (1.915 dentro del grupo de colectivos y 937 en el familiar). 



De esos 421 brotes en la comunidad, 109 se registraron en residencias de mayores (en Almería 12, en Cádiz 6, en Córdoba 7, en Granada 4, en Huelva 4, en Jaén 2, en Málaga 49 y en Sevilla 25), que fueron el 48,23% del total de casos en la comunidad,  y 1.326 contagios, que suponen el 69,24% del total, con lo que fue con mucho el colectivo más afectado. “Que casi el 70% de los brotes sea en las residencias es muy preocupante y solo este dato debería dar lugar a medidas urgentes”, dice Durán. 



A las residencias le siguen con notable diferencia los centros educativos con 34 brotes y 157 contagios y otros centros sociosanitarios con 27 brotes y 139 contagios.


Aunque Almería es la tercera provincia con más brotes en cinco años, en los dos últimos solo ha sido superada por Málaga, con 22, puesto que Sevilla, a pesar de que cuanta con más residencias, ha registrado también 8, siete en 2022 y una en 2023.


Cifras escandalosas

Para Martín Durán, “no hay nada que justifique estas cifras de sarna en las residencias de mayores, que son escandalosas”. Y teniendo en cuenta que las personas de más edad están entre los colectivos más vulnerables, especialmente si se encuentran en espacios cerrados como las residencias, considera “absolutamente necesario reforzar la implementación de medidas de prevención, detección temprana y control”. 


A su entender, es necesario incluir la sarna en el diagnóstico diferencial de las enfermedades dermatológicas en pacientes institucionalizados, así como reforzar las precauciones de contacto cuando se identifica un caso; la capacitación del personal de los servicios sociales, de salud y de centros de mayores; la implementación del tratamiento de la sarna para todos los miembros del hogar y otras personas potencialmente expuestas para prevenir la posible reexposición y la reinfestación. 


“La falta de su implementación oportuna debido a una baja inversión de recursos puede repercutir en el medio plazo en mayores costos económicos y un impacto sustancial dentro de los colectivos más vulnerables”, sostiene Durán.


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