Cuando Almería salvó gacelas: 50 años de la ‘Operación Mohor’

Un corto ‘recupera’ la historia de la Estación Experimental de Zonas Áridas en su 50 cumpleaños

Una imagen del corto sobre la \'operación Mohor\'.
Una imagen del corto sobre la \'operación Mohor\'.
Álvaro Hernández
19:12 • 27 oct. 2021

De poco sirve alcanzar los 75 kilómetros por hora de velocidad cuando te persiguen, en pleno desierto, balas de ametralladoras y todoterrenos con cazadores furtivos a bordo. Aunque esta sea la historia de  rescate con la Alcazaba como telón de fondo, en realidad empieza al otro lado del Mar Mediterráneo, con una especie acosada por la guerra y la caza. Y termina en La Hoya almeriense.



La Hoya es ese espacio que la ciudad de Almería disfruta a medias: en el futuro será un ‘Jardín Mediterráneo’ y antes llegó a ser un plató de cine para reproducir Jerusalén en ‘Clavius’. Pero, de la muralla hacia La Chanca se trata de un espacio difícilmente franqueable que, hace medio siglo, se convirtió en la única opción de supervivencia de una especie animal al borde de la extinción.



“De una hondonada verde saltaron al llano pedregoso cuatro antílopes de deslumbrante color blanco y castaño, tan increíblemente esbeltos y elegantes que me dio un vuelvo el corazón. Siempre producen ese efecto los primeros mohor”. Así describe en sus ‘Memorias’ el conservacionista José Antonio Valverde (conocido como ‘el padre de Doñana’) a aquellas gacelas a las que rescató hace 50 años en pleno desierto.



Junto a un militar (Julián Estalayo) y un periodista y fotógrafo (Antonio Cano), Valverde diseñó un plan urgente para salvar una especie de la que apenas quedaban menos de dos decenas de individuos. Y el destino no era otro que un recóndito rincón de la aún más recóndita Almería.



La salvación



En Almería se encontraba, desde la década de los años 50, una finca del Instituto de Aclimatación de Almería. Allí se trabajaba de forma experimental con variedades de maíz, distintos hongos, o uvas resistentes a determinados virus. Todo ello, hasta la llegada de las gacelas en la década de los años 70.



Fue entonces cuando Valverde encabezó la ‘Operación Mohor’ para rescatar a un total de 19 gacelas dama (también conocidas como ‘mhorr’) que llegaron a Almería desde 1971 y a lo largo de cuatro años a bordo de un avión Douglas DC-4.



Su nuevo hogar tenía unas vistas envidiables: entre la Alcazaba y el Cerro de San Cristóbal y con la Muralla de Jayrán como telón de fondo. Y en ellas estaban puestas todas las esperanzas para que, al igual que sucede ahora en España con el lince ibérico, las gacelas dama pudieran ‘volar’ libres de nuevo por el norte de África.


Y la cría en cautividad funcionó: en poco más de una década, ya estaban volviendo a su hábitat (en reservas naturales) aquellas gacelas dama que tuvieron que cruzar el estrecho en busca de su propia supervivencia (cosa no exclusiva del mundo animal).


Además de las gacelas dama, la Estación Experimental de Zonas Áridas (nombre actual de lo que antaño fuera la Finca del Instituto de Aclimatación de Almería y posteriormente Parque de Rescate de Fauna Sahariana) también cobijó a dorcas, gacelas de Cuvier y muflones arruí.


Actualmente, cerca de 400 individuos de distintas especies crecen, viven y se reproducen esperando un vuelo de vuelta a casa. A día de hoy disfrutan de las mejores vistas de la ciudad y de un entorno tranquilo, un oasis de paz en pleno casco histórico de Almería. Pero, en un futuro no muy lejano, les espera la libertad en el que es su hábitat natural, donde, no obstante, se siguen enfrentando a sus dos principales problemas (pasen las décadas que pasen): los depredadores naturales, como los chacales, y ese desalmado depredador que caza en ocasiones por placer en mitad del desierto. El ser humano que, cincuenta años después, sigue llevando a cabo la caza furtiva de las gacelas recuperadas en el centro de la ciudad de Almería.


Un corto animado para contar su historia

Para celebrar el 50 aniversario de la institución que recupera la especie de la gacela dama, la Estación Experimental de Zonas Áridas ha hecho público un corto animado dirigido por Luis Navarro de algo más de 7 minutos que narra la historia de José Antonio Valverde, Manuel Mendizábal, Julián Estalayo, Antonio Cano y Mar Cano en su labor por el rescate de la especie desde este rincón de la península.




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