La almeriense Pérez de Zafra, única mujer en la evacuación de Kabul

Piloto de las tripulaciones que realizaron dos rotaciones diarias para salvar personas

Capitán María Jesús Pérez de Zafra Vargas.
Capitán María Jesús Pérez de Zafra Vargas. La Voz
Antonio Torres
15:46 • 25 sept. 2021

La misión más impactante y complicada de sus vidas que ha marcado a todos los militares y civiles que han participado en esta operación tan humanitaria. Es la primera vez que realizaron una misión tan importante con personal civil. La capitán María Jesús Pérez de Zafra Vargas (Roquetas de Mar, 1988) fue la única mujer en la misión de rescate. Huye de los protagonismos pese a marcar el hito de ser la primera mujer española en pilotar un Airbus A4000M. Es una de las pocas mujeres pilotos en el mundo con este tipo de avión que vuela, a grandes rasgos, el doble de alto, de rápido. El avión tiene el doble de capacidad y de alcance que los antiguos aviones de transporte C130 Hércules, que el Ejército del Aire de España retiró completamente en marzo, tras casi medio siglo operativos. En su tarea en Afganistán se acrecentó el prestigio de España por el eficaz rescate a personas, especialmente mujeres y niñas afganas. Mujeres que estaban marcadas por el régimen talibán. De todas formas, confiesa que su satisfacción no es total porque ha comprobado que había miles y miles de personas que no han podido salir del país. Confían en las gestiones ante el nuevo régimen talibán que está emprendiendo la ministra de Defensa, Margarita Robles, para sacar a más afganos amenazados por los talibanes. Robles les dijo a los militares que participaron en la evacuación, el jueves, en Zaragoza: “Ustedes son héroes, han salvado muchas vidas”.



María Jesús Pérez de Zafra pilotó el A400 en la misión española que se desarrolló entre el 16 y 28 de agosto. Nunca antes habían realizado una misión transportando civiles con tanta tensión y riesgo. Han participado en cientos de misiones con otros ejércitos a lo largo del mundo entero, pero no con las connotaciones tan humanitarias y urgentes como las del aeropuerto de Kabul.



La almeriense formaba parte como piloto de las tripulaciones que realizaron dos rotaciones diarias para salvar personas amenazadas, apiñadas en el Aeropuerto, huyendo de los talibanes. Un espejo para las mujeres y niñas que huían de los talibanes buscando un mundo mejor. “Te impresiona mucho ver a gente que está dejando atrás su vida entera. Bebés, niños… Si fuera una de esas madres habría hecho lo mismo para ofrecerles una vida mejor, una profesión, un futuro, y no como sucederá con el régimen talibán”, apuntó a Rocío Amores, coordinadora de Informativos de Canal Sur Radio y Televisión quien ofreció la primicia. Estudió en el Colegio Altaduna. Ha vivido en El Parador y en Roquetas. Recuerda con especial afecto a dos de sus profesoras. El sueño de María Jesús era ser piloto y lo consiguió tras licenciarse en Arquitectura. Completó en 2015 sus estudios en el Ejército. Su tía Sonia Vargas de Roquetas mostró el orgullo de toda su familia. Es una mujer comprometida y con valores, que ha luchado mucho, sensible a los afectos y a las relaciones personales... ha tenido que vencer dificultades que ha superado con mucho corazón, el que pone para rescatar personas y ponerles cara y sentir por ellos en una labor callada que de pronto se ha visto mediatizada por la repercusión de la última operación que han realizado.



Me confesó ayer que, aunque estudió arquitectura, siempre tuvo presente la condición militar de su padre. “Mi padre, Alfredo, está en la reserva como comandante y tuvo destinos en la Base Militar de Viator y destino por su cualificación jurídico como juez de plaza en el Gobierno Militar de Almería”. María Jesús Pérez de Zafra desprende sencillez y sentido del humor. “Espero en Navidad estar con la familia en Almería y disfrutar de las croquetas de pollo de mi madre, o el toque que le da al salmorejo. Por supuesto, me encantan los encuentros y ratos de tapeo con amigos en Casa Puga de Almería y las cálidas reuniones familiares”. Es consciente de que el lema de su trabajo le hace estar disponible. “Lo que sea dónde sea y cuándo sea y en este sentido se ha cumplido a rajatabla”, rememoró con orgullo de las personas que saben que han hecho las cosas bien.



La OMS advirtió del riesgo que corren los niños del principal hospital pediátrico por falta de ayudas. “A la gente le diría que tenemos que estar agradecidos de la vida que tenemos ahora mismo porque ver las condiciones en las que la gente se ha quedado allí y en las condiciones en las que se subían al avión, sin nada, dejando toda su vida atrás. Es desolador.



Más de la mitad que subían eran mujeres y niñas y sí que notaba en ellas miradas de complicidad y te sonreían. Les estábamos ofreciendo sobre todo a las niñas una vida en libertad. En ese sentido, como mujer me siento orgullosa de haber participado en esta operación”, afirmó María Jesús desde la sede del Ala 31 en Zaragoza a la periodista Eva Villegas y al cámara Paco Falcón de Los Reporteros, laureado programa de la televisión autonómica, presentado por Mabel Mata. Todos los militares involucrados en la operación se mostraron convencidos de todo lo que hacían en una operación tan dura porque allí han quedado niñas cuyos derechos conquistados y futuro pinta mal por el absolutismo de los talibanes, anclados en la cultura inquisitorial.



Otra almeriense que marcó un hito en 2007 al convertirse en la primera mujer piloto de caza del Ejército fue Rosa María García-Malea (Almería, 1981). Lo consiguió después de cuatro años en la Academia General del Aire de San Javier (Murcia) con 35 compañeros. Lleva su pasión por volar muy alto. “No me siento especial. Esto es muy duro, pero no es imposible”, declaró. Cursó estudios de Arquitectura Técnica, Idiomas y Ciencias Químicas en Granada y opositó a la Escala Superior de Oficiales del Cuerpo General del Ejército, pruebas que superó cuando contaba 21 años. La comandante almeriense fue Medalla de Andalucía 2018 y pregonera de la Feria de Almería, en ese mismo año.



Rosa García-Malea y María Jesús Pérez de Zafra han trabajado y estudiado mucho para llegar a una misión en la que como en muchos ámbitos de la vida es más fácil obedecer como en mandar. Dos mujeres que van progresando y abiertas para desarrollar nuevos retos, rompiendo techos de hormigón. Son admiradas y respetadas. Y sin miedo para ir rompiendo marcando otros hitos por España.



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