Las incautaciones de marihuana suben un 1.400% en un año en Almería

La Guardia Civil pulveriza todos los récords de decomisos de marihuana en Almería

Imágenes del mayor alijo de marihuana envasada (La Mojonera) y el mayor invernadero (Sorbas).
Imágenes del mayor alijo de marihuana envasada (La Mojonera) y el mayor invernadero (Sorbas).
Javier Pajarón
21:06 • 18 sept. 2021 / actualizado a las 07:00 • 19 sept. 2021

El 19 de septiembre de 2006, una patrulla de la Guardia Civil tropezó en las calles de Garrucha con una plantación de marihuana. Las hojas asomaban en el balcón como las flores adornan las ventana enrejadas, orgullosas de sus colores. Sin disimulo. Expuestas al sol.



 



Aquella no fue una gran operación policial, apenas dos jóvenes detenidos y el decomiso de unas pequeñas macetas. Sin embargo, la Subdelegación del Gobierno en Almería aprovechó el hallazgo para acabar con cierta sensación de impunidad y recordar que sembrar cannabis constituye un delito contra la salud pública.






La nota suena premonitoria 15 años después. Ya no son cultivos de alféizar sino grandes explotaciones bajo plástico. Ya no son cogollos de un 12 por ciento de THC sino plantas de un 30 por ciento, con toxicidad en hojas y tallos. Ya no es la broma de dos jóvenes estudiantes sino la producción industrial de organizaciones criminales dedicadas a la exportación internacional y protegidas con vigilantes, cámaras y armas.



Las cifras evidencian la auténtica dimensión del fenómeno. La Comandancia de la Guardia Civil en Almería ha superado en nueve meses el medio millón de plantas de cannabis sátiva decomisadas en la provincia, según datos internos a los que ha tenido acceso LA VOZ. 



La estadística pulveriza todos los récords anteriores.  Las aprehensiones han crecido un 1.400 por ciento  respecto a 2020 y aún queda por delante el último trimestre del curso. Dicho de otro modo, la Guardia Civil ha pasado de cazar 34.000 plantas en 2020 a 500.000 en nueve meses de 2021.



La razón de este salto radica en la proliferación de invernaderos dedicados a la producción de cáñamo industrial de marihuana que “con apariencia de legalidad”, en palabras de la Fiscalía, ocultan una actividad vinculada al tráfico de drogas. 


Profesionales

En este sentido, los agentes del Instituto Armado han cerrado este año las dos mayores operaciones contra  la marihuana realizadas en España. La primera se produjo en el mes de julio en La Mojonera con la aprehensión de 5,6 toneladas de cogollos envasados al vacío y depositados en un inmueble como paso previo a su lanzamiento al mercado europeo. 


El ‘golpe’ marcó un hito por la capacidad demostrada para manufacturar la sustancia, a la altura de cualquier exportadora de fruta o verdura, y por la incorporación de un sistema de envío mediante paquetería que multiplicaba las posibilidades de comercialización, según consta en las diligencias de investigación de la Policía Judicial.


La segunda operación, conocida como Ébano, se comunicó este mes de septiembre con la captura de 125.000 plantas en siete invernaderos presuntamente conectadas a una misma red de cultivo y distribución de cannabis. La mirada se centró en Huércal de Almería, aunque se ramificó luego a El Ejido, Lucainena de las Torres y Sorbas.


En este sentido, la Fiscalía Superior de Andalucía, recogiendo las apreciaciones de la Fiscalía de Almería, alerta de la profesionalización. “Las organizaciones responden en la gran mayoría de los casos detectados a pequeños grupos que se confunden con clanes familiares”, explica en un informe hecho público la pasada semana. 


“No obstante, se han llevado a cabo investigaciones en las que se ha podido descubrir que subyacen bajo esta apariencia, verdaderas organizaciones criminales que, tanto desde antes del comienzo de la plantación, como después, son quienes facilitan las actividades en toda su extensión”, añade.


La Benemérita ha efectuado hasta el mes de septiembre 90 operaciones antidroga centradas en la marihuana, la mitad focalizadas en el municipio de Roquetas de Mar, pero también en El Ejido, Adra, Vícar, La Mojonera, Cuevas del Almanzora, la Comarca de Níjar, Pechina o Benahadux. 


En total se ha producido un centenar de arrestos y detectado casi 400 enganches ilegales a la red de suministro eléctrico, un clásico de los cultivos indoor, que requieren de un consumo inverosímil para una vivienda familiar. 


De ellas, siete investigaciones corresponden a explotaciones de cáñamo industrial, aunque el contador sigue corriendo y la estadística queda desactualizada día a día.

La FSA refuerza esta idea  en su informe. Cita a la fiscal María de los Ángeles Pérez, delegada antidroga en Almería. “La delegada indica que (...) comprobados juzgado a juzgado, se incoaron 648 diligencias previas en 2020 lo que supondría un aumento del 77,5 por ciento”. 


Esto es, las intervenciones se suceden constantemente y la nómina de detenidos aumenta en cada acometida policial. Un ejemplo más, solo en el primer semestre de 2021, Policía Nacional ha realizado 83 registros y detenido a 120 personas relacionados con el cultivo indoor de marihuana en Almería y El Ejido. 


El volumen de decomisos es notablemente inferior a los registrados por la Guardia Civil por las características de su demarcación, pero es significativa la localización de 16 armas de fuego, el número de implicados y, sobre todo, la penetración de la sustancia en decenas (si no cientos) de viviendas infiltradas en los barrios de Almería y El Ejido. 


Crímenes y tiroteos

Y donde hay drogas hay dinero y violencia. La explosión del cannabis mancha de sangre los municipios almerienses con ‘vuelcos’ (robos entre traficantes) y venganzas.


El fiscal jefe de Almería, Antonio Pérez Gallegos, muestra su preocupación ante un conflicto latente. “Cada vez son más los enfrentamientos entre bandas organizadas, ajustes de cuentas, que acaban en asesinatos, homicidios o lesiones graves”. Añade que, “aunque se han reducido, los índices de estos delitos en la provincia de Almería siguen siendo muy elevados”.


Existe un hilo conductor entre tiroteos, secuestros y asesinatos y la producción de cannabis sátiva. La FSA cita a la fiscal María de los Ángeles Pérez. “Alerta la fiscal delegada que Almería corre el riesgo de enlazar su economía con la marihuana con graves consecuencias sociales y de seguridad ciudadana. En los delitos relacionados con las plantaciones de marihuana se observa la participación delictiva de familias al completo, imbuyendo el delito todo el tejido social”.


Desde el año 2018 se han producido crímenes, secuestros e intentos de asesinato vinculados a la ‘maría’ en Gádor,  Huércal de Almería, Roquetas de Mar, El Ejido, Venta Gaspar, La Cañada de San Urbano, la Comarca de Níjar y Paterna del Río. 


En la memoria de la Fiscalía de Andalucía se mencionan particularmente los tiroteos de Venta Gaspar (Operación Bayanna) y de La Cañada de San Urbano (Operación Cementerio), adelantados por LA VOZ DE ALMERÍA en el verano de 2020.


El fenómeno genera preocupación en las autoridades, más aún cuando se complementa con el resurgimiento de los alijos de hachís por vía marítima en los dos últimos años.


La resina sigue siendo la principal sustancia por volumen de decomisos en la provincia de Almería, aunque en el año 2018 la marihuana superó por primera al hachís en número de detenidos, según cifras oficiales del Ministerio del Interior.


Y entre unos y otros crece el peligro, allí donde la droga deja de ser la decoración de un balcón de un municipio cualquiera para convertirse en la sombra que amenaza la convivencia en la provincia. 


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