Los artificieros desactivan 73 bombas de la Guerra Civil

Interior revela el hallazgo de artefactos en 21 municipios de Almería desde mediados de los 80

Javier Pajarón
07:00 • 15 abr. 2019

Un antiguo polvorín de la Guerra Civil sobrevive 80 años enterrado bajo los pies de los almerienses. Un recuerdo explosivo oculto a pocos metros de la superficie salpica, de cuando en cuando, el mapa de la provincia.




Expertos artificieros de la Policía Nacional, la Guardia Civil, el Ejército de Tierra y la Armada Española han desactivado 73 artefactos hallados en Almería desde mediados de los años 80, según un reciente informe emitido por el Gobierno en el Senado.




Son en su mayoría granadas de mano, granadas de mortero, minas, piezas de artillería y bombas de aviación sin detonar y, por tanto, con su capacidad de destrucción prácticamente intacta.




La última pieza surgió durante las obras del soterramiento del paso a nivel de El Puche (Almería) a finales del mes de enero. Un operario desenterró una granada de mortero durante sus trabajos con una pala mecánica. La bomba de unos 40 centímetros de longitud apareció entre las piedras, oxidada por el tiempo y camuflada por una capa de arena oscura.




Los especialistas del Tedax de la Policía Nacional usaron una especie de ‘dardo de fuego’ para atravesar el proyectil y quemar la carga explosiva sin necesidad de moverlo del lugar, ante la posible inestabilidad de su sistema de activación.




Según datos del Ministerio del Interior, desde el año 1986 se han producido hallazgos similares en El Ejido, Adra, Berja, Fiñana, Abrucena, Vícar, Roquetas de Mar, Abla, Alhama de Almería, Pulpí, Pechina, Serón, Cantoria, Albox, Cuevas del Almanzora, Garrucha, Turrillas, Níjar y Huércal de Almería.




Distribución



Un capítulo independiente tienen Viator, gran centro militar de la provincia, y la capital, donde se acumulan el grueso de los descubrimientos de explosivos de la Guerra Civil.


En Viator se encontraron proyectiles de Artillería, granadas de mano, granadas de mortero y una granada de fusil. Mientras, en la capital se acumulan 19 artefactos que añaden una bomba de aviación en la variedad.


Los datos ofrecidos por el Gobierno difieren ligeramente de los anotados por las fuerzas y cuerpos de seguridad en la provincia de Almería (algo superiores), presumiblemente por la ausencia de otros artefactos no datados en la Guerra Civil y piezas inutilizadas (obligan a labores preventivas antes de verificar la ausencia de riesgo para los ciudadanos).


La mayoría de las localizaciones son casuales. Se producen accidentalmente durante movimientos de tierras en lugares donde existió una importante actividad militar o centros estratégicos. Ciudadanos anónimos descubren piezas sin conocer su riesgo. Por eso, las autoridades ponen énfasis en unos consejos básicos para prevenir accidentes. Básicamente se trata de no tocar y avisar inmediatamente a los agentes.


La Policía Nacional y la Guardia Civil se dividen los trabajos de neutralización según su reparto de jurisdicción en la provincia de Almería. No obstante, en el mar se incorporan los expertos de la Armada Española. No en vano, son comunes los descubrimientos de bombas sin detonar en el mar (no están contabilizadas en el informe facilitado en el Senado).


En octubre de 2015, buceadores civiles hallaron una bomba de 80 centímetros a menos de un kilómetro de la playa de El Zapillo.


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