Expedientes sin valor de 62.000 casos judiciales, a la trituradora

La Junta de Expurgo eliminará diligencias previas y juicios de faltas datados entre 1945 y 2000

Labores de expurgo en una fase anterior.
Labores de expurgo en una fase anterior.
Javier Pajarón
20:53 • 14 may. 2017

Cientos de miles de cajas de expedientes se amontonan en los despachos y almacenes de los juzgados almerienses, testimonio de un sistema desfasado de gestión de documentos. Ocupan un espacio útil en las infraestructuras y acumulan polvo, en ocasiones durante décadas, sin una utilidad evidente.




Para descongestionar los archivos judiciales y modernizar el tratamiento de los documentos, la Consejería de Justicia e Interior puso en marcha la llamada Junta de Expurgo. El órgano cuenta con representación de la Junta de Andalucía, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y la Fiscalía Superior. Su misión consiste esencialmente en seleccionar los documentos sin valor y eliminarlos.




Las campañas de destrucción de papel comenzaron en Almería en el año 2012 y se centraron en expedientes datados a partir de 1945 y localizados en sedes repartidas por toda la geografía de la provincia.




Una nueva fase Ahora, la Consejería de Justicia de Interior ahonda en esta iniciativa y anuncia el envío de otros 62.000 documentos a la trituradora. Son expedientes sin valor correspondientes a diligencias previas y juicios de faltas cerrados desde hace años.




Están repartidos en algo más de 1.300 cajas y han pasado por el proceso de selección de la Junta de Expurgo, reunida a finales del pasado mes de abril para continuar con el programa diseñado con dos leyes autonómicas en la década pasada.




De este modo, el proyecto de modernización de los archivos ha acabado con más de 507.000 expedientes ‘almerienses’ en los últimos cuatro años, según cifras oficiales. Un alivio y un ahorro para las arcas públicas.




No en vano, según datos de la Consejería de Justicia e Interior, encabezada por el fiscal Emilio de Llera, la Junta de Andalucía se ha ahorrado en este periodo unos 157.000 euros en gastos de custodia y conservación de archivos sin utilidad. La identificación, clasificación y destrucción de los papeles ha supuesto un auténtico salto en la gestión documental.




Una valoración técnica efectuada en el año 2008 cuantificó en 1,2 millones los documentos inútiles en la comunidad susceptibles de acabar en la trituradora de papel. Esto es, las cajas colocadas en fila cubrirían una longitud de 250 kilómetros, según este estudio preliminar.


Ampliar el objetivo En la primera fases de eliminación en Almería, la Junta de Expurgo acabó con juicios de faltas del antiguo Juzgado Comarcal (años 1952-1977), Juzgado de Distrito (años 1977-1989) y Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 (años 1990-1997) y diligencias previas del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 (años 1975-1997), todos del partido de Huércal-Overa.  Esta demarcación incluye además a los municipios de Albox, Zurgena, Partaloa, Cantoria, Pulpí, Taberno y Arboleas.


En una segunda fase, se abordaron expedientes de los Juzgados de Primera Instancia número 1, 2, 4 y 5, y de Instrucción 1,2, 3 y 4 de la capital almeriense; de Instrucción 1, 2 y 3 de El Ejido; e Instrucción 1 de Roquetas y correspondían a diligencias previas y juicios de faltas de las décadas de los 70, 80 y 90.


Para este año, la Consejería de Justicia e Interior prevé ampliar el plan para documentos judiciales antiguos a tres procedimientos judiciales más de la jurisdicción penal: expedientes de recursos de apelación contra sentencias dictadas en juicios de faltas, de procedimientos abreviados y de juicios rápidos. 


Asimismo, la Junta de Expurgo complementa el denominado proyecto Papel Cero, destinado a acabar con los trámites judiciales en papel y que, aunque minado por problemas técnicos, funciona desde el año pasado por prescripción legal.


Procuradores y abogados presentan sus escritos directamente por vía telemática y, desde hace meses, algunos órganos han desterrado completamente los procedimientos de folios, carpetas y grapas.


Una muestra acabará en el Archivo Histórico
La destrucción de documentos no es aleatoria. Un grupo de expertos enmarcados en la Junta de Expurgo discrimina entre los documentos sin valor (la mayoría) y los expedientes con interés judicial o histórico (una pequeña parte del total).


La Junta de Expurgo es un órgano colegiado de naturaleza administrativa presidido por una magistrada y que cuenta con el apoyo de un miembro de la carrera fiscal, un secretario judicial, el jefe de servicio de Documentación y Publicaciones de la Consejería de Justicia e Interior, un funcionario archivero y un secretario.


Este órgano determina la exclusión o eliminación de expedientes procesales o, en caso contrario, la transferencia de los mismos a la Administración competente en materia de patrimonio histórico. Se trata de conservar aquellos documentos que puedan servir en investigaciones o supongan un testimonio para entender el funcionamiento de los juzgados en distintas épocas e, incluso, casos emblemáticos.


Además de Justicia e Interior, otras instituciones se han incorporado a las campañas de renovación en la gestión de sus archivos. Es el caso del Instituto Nacional de la Seguridad Social en Almería, que anunció una criba en sus almacenes organizada por la Comisión Superior Calificadora de Documentos Administrativos.


Según el INSS, los papeles más antiguos databan de 1941. Los más recientes pertenecían a gestiones de 2012. Son, por ejemplo, expedientes de orfandad, incapacidad o jubilaciones de inicios de la década.



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