"Qué bien se está aquí". Con esas palabras arrancaba don Antonio Gómez Cantero, obispo de Almería, su homilía en la misa estacional en honor a la Virgen del Mar, pocas horas antes de la procesión de la patrona de Almería. 
En su homilía, y ante un Santuario de la Virgen del Mar abarrotado, el prelado habló sobre el carácter acogedor de nuestra tierra: "Almería se asoma al mar en su gran bahía y en su tradición más antigua abraza a todo el que llega, como la Virgen con su hijo en brazos sobre las aguas. Acogedora como en tiempo de los mercaderes fenicios, acogedora de las primeras comunidades cristianas romanas y africanas, acogedora de 149 nacionalidades en estos tiempos. Almería nos abraza desde las salinas del Cabo de Gata a las salinas de San Rafael".
"Pero no es fácil caminar sobre las olas", advertía el obispo en la misa, que arrancó a las 12 del mediodía con la presencia de la corporación municipal. "Oleajes, escollos y borrascas" llenan la vida de dificultades, como la pandemia del Covid de la que aún tratamos de salir, planteaba Gómez Cantero en su homilía. 
"Solo queremos, Señora y Reina, que nos protejas", le pedía Gómez Cantero a la Virgen del Mar, antes de recordar que "todos necesitamos mucho amor. En nuestra sociedad, cuando los tambores de guerra y recesión resuenan en nuestro horizonte, necesitamos hacer promesas de hermandad y solidaridad, para que nuestra vida sea más humana".
"La Iglesia, con las puertas abiertas, nos espera y alienta para servir y amar. Sólo queremos, Señora, tu bendición", finalizó Gómez Cantero en una rápida homilía.