¿Producción contra distribución o cadena contra cadena?

La integración vertical de distintas empresas puede alterar los equilibrios de poder

El profesor Juan Carlos Pérez Mesa, en su despacho en la universidad de Almería.
El profesor Juan Carlos Pérez Mesa, en su despacho en la universidad de Almería.
Marco Rueda
01:00 • 04 may. 2017

Última hora. Rijk Zwaan, La Unión y Tesco firman un acuerdo con el objetivo de competir en el mercado anglosajón frente a Syngenta, Vicasol y Aldi. Aunque suene poco menos que a ciencia ficción, quizás no estamos tan lejos de ver casos como estos en los que la cadena agroalimentaria se integra de manera vertical (mejora de semillas, producción y distribución) para buscar nuevos mercados en los que se necesitan satisfacer las demandas de unos consumidores cada vez más exigentes.




Dentro del sector hortofrutícola almeriense, son bastantes más los casos en los que el crecimiento de las empresas comercializadoras se da de forma horizontal, mediante fusiones y acuerdos comerciales con otras empresas, que los que se producen hacia arriba o hacia abajo de la cadena de suministro de alimentos.




Juan Carlos Pérez Mesa, profesor de la universidad de Almería y perteneciente a la cátedra UAL-Coexphal, lleva años estudiando la cadena agroalimentaria y el modelo de negocio de la agricultura almeriense. "Uno de los casos que explica bastante bien este tipo de integración en Almería es el de sandía Fashion", comenta Pérez Mesa. Un convenio entre una empresa de semillas (Nunhems de Bayer) y varias comercializadoras para rescatar de manera exitosa un producto, como la sandía cultivada en invernadero, que se encontraba en horas bajas.




Las sinergias creadas por Asociación Grupo Fashion, aun siendo un caso pionero de éxito, no abarcan, a falta de un acuerdo exclusivo con alguna cadena de distribución, todos los eslabones que componen la secuencia de relaciones que va desde patentar una nueva semilla hasta colocar el producto en la cesta de la compra del cliente. Y es precisamente la exclusividad y la diferenciación en producto lo que marcará una de las pautas de comportamiento por parte de los distintos actores integrados en la cadena alimentaria de perecederos.




Es obvio que predecir el futuro es complicado, más incluso en estos tiempos y en esta industria. Aunque si miramos hacia otros sectores productivos como el textil, vemos que experiencias similares –grupo Inditex- avalan esta idea e incluso son ejemplos de fortaleza en el mercado.




Tipos de integración




"Los actores tienden de manera natural a buscar formas de aumentar su poder e inclinar el equilibrio de la cadena a su favor. En Almería, por ejemplo, asociaciones como Coexphal o las interprofesionales han sido agentes muy importantes para concentrar la comercialización de una forma más vertical", cuenta Juan Carlos Pérez Mesa.




La unión en la cadena entre productoras y distribuidoras, sin embargo, aún no se ha producido al margen de las relaciones más o menos fieles que guardan entre ellas. ¿Por qué las cadenas de distribución no intentan controlar por ellas mismas la producción de los alimentos que después se venden en sus establecimientos? Una de las hipótesis podría ser, hablando de frutas y hortalizas, el riesgo que conlleva la producción de alimentos dependientes de factores como el clima o las plagas.


"Los supermercados tienen, como las comercializadoras hortofrutícolas, sus propias estrategias y también funcionan con márgenes ajustados, al igual que nosotros. Mercadona, por ejemplo, es una cadena en sí misma", matiza el profesor Pérez Mesa.


El consumidor como objetivo común


En el centro de todas las operaciones que se producen dentro de la cadena agroalimentaria se encuentra el propósito de hacer llegar mejor un producto al destinatario final, el consumidor. Juan Carlos Pérez Mesa cree que "en la actualidad el cliente quiere productos de cercanía, tanto en circuitos cortos (compra de producto en origen y venta en mercado local) como en circuitos largos (comercialización a través de operadores internacionales que suministran el producto final al consumidor en los distintos lugares de destino".


La interpretación de cercanía en este caso no es solo geográfica, sino de conocimiento sobre el producto. "Hoy en día el consumidor quiere conocer dónde se ha producido el alimento que come, bajo qué condiciones y si se ha obtenido de forma sostenible o no", señala Pérez Mesa. Esto implica una trazabilidad a lo largo de la cadena que garantice un suministro acorde a las garantías que el cliente exige.


Agentes de coordinación de la cadena agroalimentaria


Estas dinámicas, que afectan a toda la cadena, están fomentando la aparición de nuevos perfiles profesionales cuyo cometido es trazar relaciones entre casas de semillas, empresas productoras y la Gran Distribución. La firma holandesa Rijk Zwaan tiene en Diego Maestre uno de estos 'agentes', que coordinan acciones entre los eslabones de la cadena con el objetivo de adaptar la investigación y la mejora genética en variedades hortofrutiícolas a las demandas de los consumidores. Fruto de estas relaciones han surgido productos de éxito como Mycubies (pepino 'snack'), Mellissimo (melón piel de sapo), Salanova (lechuga) o Sweet Palermo (pimiento italiano). Una muestra de cómo desde el primer eslabón se impulsan iniciativas que fomentan sinergias empresariales que impregnan a toda la cadena.



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