Innovación en la cadena de suministro de perecederos: claves de la jornada

La producción de alimentos está llamada a ser una de las actividades económicas más importantes del futuro. Las tendencias globales, como el aumento de la población mundial y la escasez de recursos naturales como el suelo o el agua, señalan que el único camino posible es producir más con menos; es decir, aumentar la productividad del sector.

En el caso de Almería, estos aspectos son aún más evidentes. La cadena de suministro de alimentos está compuesta por diferentes actores: desde las empresas biotecnológicas especializadas en obtener nuevas variedades de semillas hasta los supermercados que venden productos al consumidor hay toda una gama de eslabones en serie, en la que las empresas productoras y comercializadoras de frutas y hortalizas se encuentran en la parte central de la cadena. El espacio que le queda, además, es cada vez menor: tanto casas de semillas como cadenas distribuidoras están inmersas en un proceso de concentración que debilita el poder de la producción en la cadena.

Este mensaje ha introducido la jornada 'Innovaciones en la cadena de suministro de perecederos', que se ha celebrado en la Universidad de Almería. El evento, presentado por Juan Carlos Pérez Mesa, ha contado con la participación de la presidenta de la cátedra UAL-Coexphal, Cynthia Giagnocavo; el presidente de Las Hortichuelas S.A.T., Manuel Escánez; Diego Maestre, coordinador internacional de Rijk Zwaan para cultivos de melón, sandía y calabacín; y Jorge Tarifa, profesor de la Universidad de Almería especializado en la cadena de suministro.

Innovación en la producción: diferenciarse para sobrevivir

El presidente de Las Hortichuelas SAT, Manuel Escánez, ha explicado el modelo de negocio que sigue una empresa considerada como "pequeña-mediana" dentro del sector de la comercialización hortofrutícola. Con un volumen de facturación de 42 millones de euros y una plantilla de 320 trabajadores, Escánez apuesta por una cartera de productos que prime la especialización y la diferenciación frente a la competencia para fidelizar las relaciones con los clientes.

Una tarea nada sencilla si tenemos en cuenta la necesidad de adaptar la oferta a la demanda de los consumidores, cuyo filtro son las cadenas distribuidoras. Una oferta que además requiere de un plus de productividad cuando se destina a la exportación, como es el caso de Las Hortichuelas S.A.T, una empresa que envía el 90% de su producto fuera de las fronteras nacionales. El mercado ecológico, una tendencia al alza entre el consumidor europeo, es una línea de negocio alternativa que muchas empresas de la provincia están abriendo para satisfacer estas demandas de producto.

La fidelización del cliente es un aspecto esencial en las relaciones de negocio que mantienen las empresas. Escánez también ha explicado a los asistentes cómo se planifica la campaña comercial de cada año, que requiere de un contacto permanente con el cliente y la capacidad de la empresa para colmar las expectativas en cuanto a volumen y producto que se encarga.

Innovación en semillas: llegar 'del campo a la mesa' sin morir en el intento

La búsqueda de nuevas variedades de semillas que tengan la aceptación del agricultor y del consumidor es una ardua tarea que dura, aproximadamente, entre ocho y diez años. Así lo ha explicado Diego Maestre, coordinador internacional de Rijk Zwaan, que ha hecho un repaso de las principales innovaciones que la empresa de mejora genética holandesa ha puesto en el mercado: Cubies, Mellissimo, Salanova o Sweet Palermo son algunas de ellas.

Para que una variedad triunfe en el mercado, debe cumplir una serie de requisitos que empiezan por un análisis del mercado: estudiar la viabilidad de la propuesta, definir un modelo de negocio y buscar

socios en la cadena (empresas productoras y distribuidoras) para comercializar la variedad. Este último apartado por Diego Maestre como B2B2C (Business to Business to Consumers), es decir, tejer alianzas a lo largo de la cadena entre distintas empresas para llegar de forma más efectiva al consumidor.

La innovación es esencial para este tipo de empresas. En Rijk Zwaan, esta actividad supone una inversión del 30% del total de las cifras de ventas y el 70% de los profesionales de la empresa holandesa trabajan en la innovación varietal. Para llevar a cabo esta labor, se forman grupos multidisciplinares en los que intervienen profesionales de diversas áreas con el objetivo de que el 'proceso creativo' sea lo más rico posible.

Innovación en el sector: el 'big data' como elemento para generar valor añadido

La presidenta de la cátedra Coexphal-UAL, Cynthia Giagnocavo, expuso el interesante proyecto europeo 'Internet of Food&Farm', en el que participa esta organización y donde Almería juega un destacado papel, para hablar sobre las innovaciones tecnológicas que el sector agrícola verá en los próximos años.

El invernadero es un lugar que produce ingentes cantidades de información que puede ser utilizada para tomar decisiones de manera inteligente. Bajo esta premisa se pone en marcha el proyecto, que llevará a cabo una intensa labor de sistematización de la información que se recogerá de las fincas almerienses.

Innovación en la cadena: sostenibilidad en el suministro de alimentos

Por último, el profesor universitario Jorge Tarifa ha abordado las diferencias existentes entre la estrategia tradicional de sostenibilidad en la empresa, basada en acciones puntuales sin tener en cuenta el bienestar social, y la nueva sostenibilidad que introduce criterios sociales y hace uso de las nuevas tecnologías informáticas para mejorar el proceso productivo.

En este sentido, Jorge Tarifa se ha referido a la posibilidad de "cuadrar mejor las actividades de las empresas" mediante los nuevos sistemas tecnológicos. "Gracias a la TICs podemos acortar tiempos de entrega de productos, optimizar el tiempo que emplea el personal en sus labores o mejorar la planificación de la producción con respecto a la demanda" ha enfatizado Jorge Tarifa.