Lo de la corrupción, la historia interminable

La democracia tiene muchos problemas, pero la corrupción es uno de los más grandes

El exministro de Transportes y diputado del PSOE, José Luis Ábalos.
El exministro de Transportes y diputado del PSOE, José Luis Ábalos. Europa Press
Gloria Gago Vázquez
00:18 • 01 mar. 2024

“A nuestra pobre España, cada dos por tres le salen pícaros rancios y sobaqueros. Da igual si están en el partido A o el B. En todo caso, es repugnante y más aún cuando un partido, al ser descubierto, se defiende con el conocido "y tú más". Indudablemente, a todos nos mueve la ideología, pero también nos interesa y mucho la limpieza de las personas que gestionan el dinero de todos.



En los partidos hay un mecanismo infame en el que los personajes más vividores y chuscos, los chupones de la energía social, se colocan a codazos y por encima de la gente con ideología y trabajo en la militancia. ¿Por qué terminan en puestos de responsabilidad, con sueldos impensables y capacidad de hacer tratos entre bambalinas? Suelen ser maleducados, poco instruidos y en su mayoría, zafios.



El último grano en el culo que nos ha salido es el asesor de Ábalos, un tal Koldo, que sin saber cuál es la gracia natural que le ampara, pasó de ser portero de prostíbulo a asesor del ministro y de ahí, a consejero de la entidad pública RENFE. Y es que en este caso, al tipo se le ve que es una buena "pieza". Aprovechando su privilegiada situación, y conociendo los "entresijos del Estado" y de intimidades y secretos, supuestamente nos ha levantado a todos un buen puñado de millones de euros como comisionista en la venta de mascarillas. Con su historial, era casi obvio saber que trabajaría más para sus intereses que para la Administración.



¿Cuántos personajes más como éste hay pululando por las entrañas de la gestión pública? Que no digan más "y tú más", porque le duele hasta al votante más fiel. La democracia tiene muchos problemas, pero la corrupción es uno de los más grandes. Esta carcoma que corroe y que evapora cada euro público que cae en sus manos, siempre rondando las recalificaciones de suelo, la construcción pública o la visita de un Papa. Indeseables que anidan como pajarracos en el Estado. Gentuza. Cutres a todas horas. Chupones que se arriman a donde hay algo que extraer. ¡Qué asco!"







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