Tren turístico del Almanzora

José Luis Masegosa
00:30 • 04 jun. 2018

No es la primera vez y quizás tampoco sea la última. En distintas ocasiones he tratado en este rincón de la palabra diferentes aspectos de la ya  extinta e histórica línea ferroviaria de Guadix-Almendricos, sobre todo el tramo que discurría por la Comarca  del Almanzora. Un trayecto de las vías férreas españolas que unían Levante con Andalucía y viceversa, hasta que bajo la presidencia de Felipe González la administración correspondiente sentenció a muerte esta estratégica infraestructura bajo el débil argumento de la falta de rentabilidad económica, olvidando para siempre el sólido razonamiento de la rentabilidad social. Murió así el Ferrocarril del Almanzora y quedó sentenciada la línea Guadix-Almendricos , con 161 kilómetros de longitud, que fue clausurada el primer día del año 1985. Una fecha de infausta memoria para los vecinos del Almanzora, que asistieron impotentes al funeral anunciado de una relevante vía de comunicación que había sido inaugurada entre 1885 y 1906 y que, además de pasajeros, durante su funcionamiento transportó el mineral de hierro de Las Menas, el mármol de las canteras de Macael y el esparto de una amplia zona de la provincia.


A iniciativa de la Diputación de Almería y de los municipios de Huércal Overa y Lorca, a principio de este siglo se planteó la apertura del trayecto entre las localidades almeriense y murciana, pero todo quedó perdido en un proyecto que no contó con la aprobación de la administración andaluza. Con posterioridad, no han sido pocas las voces que se han demandado la reapertura de esta línea que solo existe en la memoria colectiva de muchos usuarios y de los vecinos de las distintas tierras por las que el añejo convoy dejó una estela de aislamiento y soledad. La idea se avivó en 2014 con el anuncio por parte del Ministerio de Fomento de su intención de dedicar ciertas inversiones para estudiar posibles alternativas para reabrir la línea ferroviaria del Almanzora.

El otro día leí con atención en La Voz que el Ayuntamiento de Huércal-Overa ha aprobado el convenio con Adif para el uso de las edificaciones y terrenos del tramo ferroviario en la antigua estación de tren para destinarlos a dotaciones públicas y servicios complementarios de apoyo a la Vía Verde, que ya se creó sobre la antigua vía férrea. Con esta actuación, el consistorio huercalense recupera la antigua estación de tren y crea un nuevo espacio de ocio. A fin de cuentas, el municipio de Huércal Overa ejecuta una actuación muy similar, peculiaridades aparte, a las que han desarrollado otras localidades por las que discurría el Ferrocarril del Almanzora. Desde el desmantelamiento del histórico trazado, los raíles han sido sustituidos por zahorra,  tierra y vegetación, convertidos en las  llamadas vías verdes, que han encontrado una considerable aceptación popular y que son utilizadas por vecinos, deportistas y senderistas. Ante el abandono de la extinta infraestructura esa recuperación es plausible, pero tal vez el aprovechamiento de la vía y el trazado podrían haber acogido otras iniciativas, como la apertura de un tren turístico con precios asequibles,   que hubiera dado proyección y promoción a toda la comarca desde el punto de vista del turismo,  a la par que hubiese supuesto un claro revulsivo económico y social, pero el tren turístico del Almanzora es una historia para otro día.







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