Bien de desinterés cultural

JJ Fuentes
00:42 • 23 mar. 2018

La sociedad almeriense parece no temer ante la destrucción de su historia. Es una frase dramática y catastrófica a partes iguales para empezar este artículo, pero no deja de ser puramente cierta. Recuerdo la destrucción del Toblerone como si fuese ayer y cómo perdimos un edificio singular que podíamos haber aprovechado de múltiples formas si a nuestros mandatarios les hubiera dado la gana de apostar por la historia, el patrimonio y por el respeto al pasado de esta provincia. Otro ejemplo es el excesivo deterioro y el gran riesgo al que se ha visto sometido durante décadas un edificio tan singular, conocido y querido como el Cortijo del Fraile.


Ahora nos encontramos con el caso de Las Salinas de San Rafael de Roquetas de Mar. Una zona de importancia en la historia económica de la Roquetas de época contemporánea, y que es colindante con La Ribera de la Algaida y con el yacimiento arqueológico de Turaniana. Intentaré ser breve: el gobierno municipal roquetero quiere urbanizar la zona y cuenta con el apoyo de la concejal tránsfuga María José López Carmona. El tema se ha llevado al Parlamento Andaluz y nos hemos encontrado con la oposición del PSOE (¡sorpresa!) que un acto de incoherencia con su grupo municipal ha impedido declarar este espacio como Bien de Interés Cultural. Esto le niega una oportunidad de salvación a este lugar. Ante este desvarío que empezó hace unos años, surgió una iniciativa que es la que ha impulsado que los representantes en el Parlamento Andaluz se interesaran por ella llamada Unidos por Turaniana y comandada por Juan Miguel Galdeano. Este pequeño oasis contra los planes de urbanización cuenta con miles de seguidores en las redes sociales y cientos de asistentes a cada acto que convocan. Ante esto, los políticos populares parece que hacen oídos sordos y siguen adelante con el proyecto que le costará  200 millones de euros a las arcas municipales.


Y creo que después de esta larga introducción, es el momento de que les dé mi sincera opinión al respecto. Me parece una absoluta tomadura de pelo a la ciudadanía lo que se está llevando a cabo. Me preocupa enormemente que no haya ni una puñetera consulta a los ciudadanos de Roquetas en un tema de tal relevancia y, más aún, que haya quien lo defienda sin tener ningún interés económico en ello y sin respetar la historia de sus antepasados. Lo diré mucho más claro de esta forma: un tiranosaurio no podría vivir sin carne, al igual que un político no puede vivir sin votos. En este sentido, creo que no hace falta ser profeta para darse cuenta del batacazo electoral que va a suponer para algunos este tema. 







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