¡ Tantas cosas … !

Ha habido propósito de la enmienda: la corrupción, se castigó en diciembre. Otras elecciones equivaldrían al suicidio de PSOE, Ciudadanos y Podemos.

Fausto Romero-Miura Giménez
23:47 • 02 jul. 2016

Desde el domingo pasado han pasado y no han pasado y van a pasar tantas cosas que no sé por cual empezar.
Escribí entonces: “Esta noche sabremos -¿o sólo intuiremos?- si las Elecciones de hoy son definitivas o si, por el contrario, se cumplen los refranes de “no hay dos sin tres” y de “a la tercera va la vencida”  ¿Lo sabemos, lo intuimos?
Me equivoqué al pensar que no eran esa segunda vuelta que tiene algo de examen de conciencia y propósito de la enmienda: la corrupción, se castigó en diciembre. Se ha votado más reflexiva que pasionalmente. Podemos  se ha estrellado, sobre todo en los Ayuntamientos en que ¿gobierna? El 1 de mayo, tras elogiar la mítica película “Il sorpasso”, que he vuelto a ver, escribí: “Por cierto: acaba mal. ¿Como su sorpasso?”  Pues sí, ha acabado mal para Podemos  –por cierto: Almería es la única provincia de Andalucía en que ha pinchado en hueso- y para todos los encuestadores.
El voto ha cambiado mucho respecto de diciembre: el PP, ha subido más de 650.000, hasta el 33%, y de 123 a 137 diputados; el PSOE, ha perdido algo más de 120.000 votos -77.000, susanos, andaluces- y 5 diputados; Unidos Podemos –ya sumada IU- se ha dejado 1.100.000 votos, y mantiene el número de diputados, pero incluyendo los cuatro de IU; y Ciudadanos pierde casi 400.000 votos y 8 diputados… aunque Rivera culpa a la Ley electoral –le fue bien en diciembre, ¿no?-, y no a la sangría.
Ha ganado el PP: le saca 52 diputaros al PSOE, 66 a Podemos y 105 a Ciudadanos. Sin embargo, los perdedores ya han vetado a Mariano Rajoy y que gobierne el Partido ganador. ¡Es un sarcasmo la prisa protagonista de Rivera por convocar una mesa a tres… para vetar! ¿Por qué no acepta que ha perdido? ¿Se cumplirá el refranero y tendremos terceras elecciones? Me atrevo a decir que no: la ciudadanía ha premiado a quien se negó a hacer teatrillo de investidura, siempre ofreció/pidió un pacto de gran coalición y, frente a la labilidad ideológica y la indefinición estratégica de los otros –sobre todo Podemos- ha dicho siempre lo mismo y, en época convulsa -el Brexit, por ejemplo- ofrece seguridad. La ciudadanía ha suspendido a los veletas.
Aun faltan seis días para el cónclave socialista pero los más conspicuos dirigentes –Felipe, Solana, Susana, Vara, Díaz Page- ya han dicho que el PSOE debe pasar a la oposición y regenerarse. ¿Los obedecerá Pedro Sánchez –vacunado contra la dimisión y lamiéndose sin parar la herida del sueño de la Moncloa, que la realidad real ha hecho imposible- o volverá a “consultar a las bases”? Los tres Partidos perdedores, con sus vetos y alianzas, están implosionando por sus diversas sensibilidades internas, pero unas terceras Elecciones equivaldrían a su suicidio: las dinámicas perdedoras sólo se frenan –y revierten, tal vez- por un gesto de grandeza moral –entender y obedecer a los electores: un vencedor, tres perdedores- restituyéndole a la Política su dimensión ética o porque el ganador ejerza mal el poder –antes tiene que haberlo conseguido- y la ciudadanía le dé la alternativa a la oposición. Confío, pues, en que pueda formarse Gobierno. ¿Cómo? No lo sé. Tal vez, por mera estrategia de supervivencia.
Hasta el prosocialista e influyente –¿en Sánchez también?- diario El País, publicó el martes un editorial    -“Liderar la oposición”- en el que decía: “El PSOE debe facilitar la gobernabilidad del PP y reconstruirse para ser alternativa, rehacer su proyecto político”. Es curioso: el domingo pasado, yo escribí “si hoy el PSOE no mejora de la enfermedad que lo está consumiendo, debe reposar y tratarse hasta estar plenamente restablecido, amputando lo que sea necesario… si lo es.”  Como dice el editorial, el PSOE sigue bajando y ha obtenido el peor resultado de su historia… pero está vivo, y yo celebro que tenga cura y, en ese sentido, el resurgimiento del bipartidismo: la bicicleta vuelve a tener las dos ruedas para circular por el Centro político, y el PSOE puede recuperar la identidad perdida, que jamás debe perderse. Valga el ejemplo de la selección de fútbol: pierde cuando ¿juega? con una camiseta que, en vez simbolizar la furia roja –“a mi el pelotón, que los arrollo”- más parece unos huevos estrellados, sin duda por el interés de las marcas, que dominan el negocio, que ya no deporte, del fútbol. Tal vez sea el pago lógico a esa traición a los símbolos.
… Y la muerte salvaje ha llegado a la bellísima y vivísima Estambul, cuyo “Pierre Loti”, en un atardecer en lo alto del Cuerno de Oro hace tantísimos años, me trae hermosos recuerdos. Hoy, todos somos constantinopolitanos y compartimos su luto.  


Orgullo Gay Cuando no haya de celebrarse el Día del Orgullo Gay como jornada reivindicativa habremos alcanzado la naturalidad, que consiste en respetar que cada uno pueda elegir el camino de su felicidad, de su plenitud humana: que a un señor le gusten los señores que a una señora le gusten las señoras que a un señor le gusten las señoras que a una señora le gusten los señores. San Pablo dijo: “sólo nos examinarán de amor” ¿Dónde está dicho que sólo pueda ser heterosexual? ¿Quién es el estúpido portero de ese campo? 


Morir-Nacer Almería es rara, distinta, le lleva la contraria a España y a Andalucía. En éstas, por primera vez desde que se tienen datos históricos, ha habido más muertes que nacimientos: 2.753 en 2015. Sin embargo, los viejos envejeceremos más: me auguran que viviré hasta los 82’8 años. Por el contrario, en Almería los nacimientos han superado a los fallecimientos en 2.638. No hace falta que nos alienten el baby boom. Ya nos encargamos nosotros. Lo que no entiendo es que un matrimonio tenga 1’33 hijos. Raro, ¿no?




Bud Spencer Tengo un sobrino, Curro, al que cuando era pequeño yo le llamaba, indistintamente, Burro y Bud Spencer: era igual de bestia bonachón y, además, se parecían. Bud Spencer, era, pues, casi alguien de la familia. Y, además, medio paisano: afortunado napolitano -como mis hijos, que lo son por mitad- y eso imprime carácter.
Y casi almeriense de adopción. Y, además de muy divertido actor, buenísima persona. Se ha muerto. Antes fue Chus Lampreave. Almería se está quedando sin sus clásicos. Me entristece.


 






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