Un hombre de fútbol lo deja todo

Estamos ante una persona querida y respetada por todo el fútbol de Almería

Balbino con LA VOZ en el Paseo Marítimo de Almería con su querida Roquetas de Mar al fondo donde ha pasado 67 años.
Balbino con LA VOZ en el Paseo Marítimo de Almería con su querida Roquetas de Mar al fondo donde ha pasado 67 años. Rafa Góngora
Rafa Góngora
08:48 • 25 feb. 2024

Ha cambiado El Zapillo por Roquetas de Mar para estar al lado de su hermana. Deja el fútbol después de una vida. Un hombre de fútbol deja el fútbol. Estamos ante una persona querida y respetada. Abre su corazón de par en par charlando con LA VOZ en el Paseo Marítimo de Almería, donde mira de reojo, como buscando, su querida Roquetas de Mar. Él es Rogelio Pomares Balbino.

Has cambiado Roquetas de Mar por Almería, por El Zapillo... ¿cómo lleva este cambio tan grande?
Lo llevo muy bien porque estoy aquí con mi hermana y el cambio ha sido para bueno en todos los aspectos. Soy muy feliz.

Un hombre del fútbol que deja el fútbol después de medio siglo.
Creo que ya está bien... desde que tenía 14 o 15 años estoy ligado al fútbol. Ahora tengo 67 años.   

Balbino ha hecho de todo en el mundo del fútbol.
Pero de todo, esa es la verdad después de tantos años ligado a mi pasión, que es el fútbol. He sido presidente... he hecho de todo.

¿Por qué deja el fútbol?
Por la edad entiendo que ya está bien desde el año 1983 que fue cuando empecé; son ya muchos años. Cuando vine al mundo ya me gustaba el fútbol, eso lo tengo muy claro.   

¿Qué balance o en qué piensa después de tantos años en el fútbol? ¿Qué se lleva de este medio siglo?
Me llevo de todo; he conocido gente muy buena, tanto presidentes, futbolistas... es con lo que me quedo, con toda esa gente tan buena que gracias al fútbol he podido conocer. Me gustaría volver a ver todas esas personas que gracias al fútbol son muy amigos, como Alfonso García Sánchez, Miguel Zapata, Gabriel Amat, Blanes, Lázaro López Freniche, Manolo García, Melero... mucha gente del fútbol y jugadores he conocido una barbaridad, una lista interminable.

Roquetas de Mar es su casa, su vida, lo es todo en su trayectoria en el fútbol.

Empecé allí con Gabriel Amat y Miguel Zapata; hice los equipos, también entrenaba al infantil y allí hice de todo. He conocido muchos futbolistas y todo de Almería, no como ahora que casi todos son de fuera.     

¿Por qué ha cambiado tanto el fútbol?
Me gustaba mucho más el fútbol de antes, pero muchísimo más. El fútbol de ahora muchas veces da pena hasta de verlo. Antes había un entrenador para cada equipo y ahora hay tres o cuatro...   

Aquel fútbol en los campos de tierra de toda la vida.
Yo me declaro un hombre del fútbol de antes, de los de campos de tierra de  toda la vida. Había campos de tierra tanto en la capital como en Roquetas de Mar que eran una maravilla y donde era una alegría ver a los jugadores dándolo todo.



Lleva pocos días en El Zapillo ¿echa mucho en falta Roquetas de Mar?
Imagínate, nací allí pero la verdad es que estoy muy bien en El Zapillo viviendo con mi hermana. Cuando tengo ganas de ir a Roquetas de Mar me acerco y listo. Me gusta ir para ver a mi gente y estar con esos amigos de toda la vida. Nací allí y claro que gusta ir  a Roquetas de Mar, es mi casa, mi pueblo.  

¿Un presidente en su medio siglo de fútbol?
He conocido a tantos y todos gente muy buena conmigo desde el minuto cero al último segundo. Es muy complicado decirte mi presidente, el mejor de todos.

¿Ha sido presidente, entrenador, ojeador del Betis durante muchos años?
Empecé en 1983 llevando jugadores al Betis por medio de Jacobo, de El Ejido, y gracias a él, me enrolé con el Betis. Los dos primeros futbolistas que me llevé fueron Paco Navarro, de La Mojonera, el hermano de Esteban Navarro, y Luis Javier. Y a partir de ahí he tenido relaciones con muchos equipos; me llevé a Manolo al Liverpool, Rubén Duarte al Espanyol...       

El Betis sigue siendo como su casa, su club, después de tantas temporadas.
Claro que sí, la semana pasada estuve allí. Me quedé impresionado con las instalaciones que tiene ahora. Cuando yo conocí aquello tenía dos campos de tierra y el estadio nada más. Aquello ahora es impresionante, una auténtica maravilla.   

¿Cuántos niños ha podido representar en el fútbol?
Muchos, no sé la cantidad porque han sido una barbaridad en muchos años, en muchas temporadas. Hay muy buenos jugadores de la tierra, de Almería, en las categorías inferiores del club verdiblanco y siento un orgullo cuando los veo crecer a nivel deportivo y también personal, lo importante.

¿Cómo se cruzó el Betis en su vida hace tantos años?
Gracias a Jacobo que me puso en contacto con Pedro Buenaventura. Les hablé de Paco Navarro y Luis Javier, y desde 1983 hasta ahora.

 ¿Qué le ha quedado por hacer en el fútbol?
Nada porque he hecho de todo y no hecho en falta nada en mi carrera.

¿Qué es el fútbol?
No es una verdad ni una mentira, es una pasión. Me conozco todos los campos.  

¿Un campo?
No tengo uno preferido porque iba a todos y en todos tengo muchos amigos. Lo bonito del fútbol es la amistad que queda para siempre.

¿En qué se fija para saber si el niño puede llegar a ser futbolista en el futuro?
Me fijo en los andares nada más para saber si el niño es bueno o no, pero hay un problema y es que hay muchas peleas y de ahí es otro de los motivos para dejar el fútbol.

¿Trabajó para el Almería?
Con Blanes y López Freniche cuando llevé a Moreno, Esteban... y luego en el Poli con Meca y Cayuela llevé a Callejón, Pía y Luis Javier. Llevé a Cisco a El Ejido.









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