Moisés Cézar, el gigante con un Indalo tatuado en el corazón

Regresa a casa el central brasileño que protagonizó el triplete de Unicaja Costa de Almería

Moisés Cézar, el gigante con un Indalo tatuado en el corazón.
Moisés Cézar, el gigante con un Indalo tatuado en el corazón. La Voz
La Voz
14:01 • 19 ago. 2022 / actualizado a las 14:03 • 19 ago. 2022

Más de Almería que el ‘cañillo’ de la Puerta de Purchena, y eso habiendo nacido en Brasil y habiendo vivido solo dos años por sus calles. Moisés Cézar, un coloso de dos metros y siete centímetros de altura y un millón de quilates de humanidad, vuelve a vestir el verde como pieza clave del proyecto ahorrador 2022/2023. Si todo sale bien, soplará las velas de su cuarenta cumpleaños en plenos playoffs por el título de Superliga, una competición de la que es un clásico. Será su novena temporada en España, tercera en Unicaja Costa de Almería, tras haber tenido una primera experiencia en Soria, haber ganado el triplete y haber pasado un lustro en Gran Canaria, tres años en Vecindario y dos en Guaguas.



Acumulando años en un deporte al que llegó ‘tarde’, pero sí a tiempo de ser una estrella, se hará ‘mayor de edad’ del voleibol en el lugar que considera su casa. Será su décimo octava campaña como profesional, veteranía, experiencia y, sobre todo, amor profundo a los colores almerienses al servicio del reto mayor que existe: “Repetir el triplete”. No le falta ambición, y se siente capacitado para liderar: “Me encuentro en el mejor momento de mi carrera, en el que veo que la experiencia de los años jugando en España me da un plus, y sé que en los momentos difíciles puedo marcar la diferencia”. Moisés está “feliz”, se siente “muy bien conmigo mismo, lúcido, cada día más motivado”, asegura.



Enorme



Ha demostrado un altísimo nivel como capitán de Guaguas, ha sostenido a Vecindario y, ahora, cumple su gran deseo de regresar: “Me siento muy contento y muy motivado de volver a Almería; le tengo un cariño muy grande al club y a la ciudad, y no tengo palabras para expresar lo feliz que estoy de estar otra vez aquí; es un sitio en el que estoy en casa; yo siempre, siempre, siempre digo que Almería es mi casa”. Cuando llegó en 2015 sintió el ‘flechazo’: “La primer vez me sentí muy bien, la gente me trató súper bien, yo me sentí muy valorado y querido; todos, la gente del club, del pabellón, periodistas, aficionados… tenían un gran cariño por mí, y si puedo elegir, viviría en Almería para siempre”.



Además, las cosas rodaron como nunca en el plano deportivo: “Elijo Unicaja porque es el equipo donde gané el triplete, porque para mí de España es uno de los que tienen la mejor estructura, y porque me siento muy bien jugando en la ciudad; y los recuerdos que tengo del triplete son maravillosos, fue increíble ganar los tres títulos la misma temporada, y pase el tiempo que pase jamás se va a borrar de nosotros, de cada jugador”. Se muestra orgulloso de sus compañeros, “cada uno se dedicó al máximo”, y se saboreó como pocas cosas, “de la manera que fue, en un quinto partido”. En definitiva, “esa fue una temporada histórica en mi carrera, lo tengo del corazón como uno de los mejores momentos”, dice.



En todo caso, usa un “hasta ahora” para reconocer que no ha sentido nada parecido en su vida profesional, lo que abre las puertas a la intención de repetirlo: “Sabemos que este club siempre tiene buen plantilla, que forma equipo competitivo, que va a luchar por ganar títulos… y esa es su mentalidad para formar los grupos; eso no va a cambiar nunca y sea la plantilla que sea, los jugadores que formen parte de ella tienen que estar enamorados de la ciudad, del equipo que la representa, y tener claro que representar a Unicaja es un reto muy grande, un plus, porque vamos a por todas en todos los partidos”. De lo conocido hasta el momento, el central brasileño ve “una plantilla muy bien confeccionada”.



Será necesario para pelear por algo muy grande, ya que “está claro que todos los equipos se han reforzado más este año”, y eso que “la liga del año pasado ya estaba más fuerte que las anteriores”, pero “ahora más todavía”. Feliz por ello, “todos los equipos al final se han armado con jugadores de grandísimo nivel jugando la Superliga española, y eso, sin la menor duda, es bueno para que crezca la competición y para que se nos valore como jugadores que podemos marcar la diferencia en momentos clave, en definitiva, para que haya más competitividad”. Entre sus favoritos, junto con Unicaja Costa de Almería, “están Guaguas, Melilla y Teruel”, pero no se olvida de “Manacor y Barça”.



De Molducci pasa a Berenguel: “Las dos temporadas que estuve con Piero sacó de mí el máximo rendimiento, por lo que es una pieza clave en mi carrera y lo recuerdo con mucho cariño, y tuvo una buena relación con Manolo, hasta el punto de que hablaba mucho más con él que con Piero”. Recuerda la anécdota de que fue quien lo presentó en las puertas de la estación de tren: “Me acuerdo como si fuese hoy, y la verdad es que cuando Manolo me presentó dijo “no ha ganado nada”, y yo decía “vamos a ganar todo”, y así fue”. Sonríe y confiesa que le tiene “buena estima como entrenador y como amigo”, hablando siempre “cuando hemos jugado en contra por una relación sólida de amistad, no solo profesional”.


De Piero, “dejó huella en Almería y allá por donde pasó”, y de la afición ahorradora, “es realmente un séptimo jugador”. A ella se dirige directamente: “Pido que nos acompañéis en todos los partidos, porque sois una de las mejores aficiones de España y queremos contar con vosotros en cada momento”. De hecho, no olvida que “nos empujó muchísimo en muchas ocasiones y estoy seguro de que va a seguir siendo así”, sostiene de modo textual para finalizar con que está “feliz de ser parte de este equipo y de una afición que es tan querida”. Su cariño es “muy especial” e insiste en que está “muy contento de volver a casa”. Moisés es el gigante con un Indalo tatuado en el corazón, y eso lo dice todo.


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