Unicaja Costa de Almería ante la ambición y la necesidad

Sábado en la pista de Santanderina

Capitán Almansa.
Capitán Almansa. Cristina Dao
Unicaja Almería
14:42 • 21 feb. 2020

Se ha cumplido justo una semana desde la eliminación europea, a la que siguió un partido solo horas después en Manacor. Se solventó muy bien, con otros tres puntos más para un total de 45, a falta de un máximo de 15. Todos los equipos hacen sus cuentas, ya que queda mucho por decidir en el tramo definitivo de la fase regular, y Unicaja Costa de Almería, además, aplaude su calendario para verse ‘obligado’ a dar rendimiento de playoff antes de comenzar el mismo. Comienza por una de esas pistas temidas por el común de los clubes de la Superliga, en la Cornisa Cantábrica, y después recibirá a Teruel para, pase lo que pase en esta jornada, jugarse entre los dos el liderato, a no ser que los verdes venzan y haya otro pinchazo turolense frente a Río Duero Soria. La siguiente semana tocará volver a Palma y el último de casa será contra UBE L’Illa Grau, seguido del último a domicilio en Lugo.




Para no perder la ‘costumbre’ de los pasados meses, el calendario ha reservado los dos viajes más largos para este tramo, si bien eso es lo de menos. Lo ‘de más’ es la calidad de los adversarios, cabezonenses y lucenses, más palmesanos, en tres salidas que pueden hacer bueno el pensamiento de Berenguel de que la Superliga se gana fuera. Sí, porque tener el factor cancha a favor en los playoffs y que siempre ‘decida’ el Moisés Ruiz puede ser algo clave entre tanta igualdad, y no es solo esto referido a una hipotética final. Los cuartos de final estarán cargados de minas, así como las semifinales, evidentemente, y llegar a la lucha definitiva por la docena de títulos de Superliga se sabe complicado. Temporada accidentada, mucho, respecto a las lesiones, ahora el turno de enfermería es el de Fran Iribarne, junto a Álex. El encuentro del sábado será dirigido por Rubén Sánchez y Diego Rodríguez y se va a producir un gran ambiente, como suele ser habitual, en el pabellón.




El conjunto de Cabezón de la Sal ha intensificado la activación absoluta de afición como elemento indispensable para fortalecer, aun más, las defensas del Matilde de la Torre. Su recta final de temporada le puede conducir a los playoffs por el título, le puede hundir en Superliga 2, o le puede mandar de vacaciones directamente si se queda en una de las dos únicas plazas que permiten acabar y esperar tranquilo una próxima campaña en Superliga, la novena y la décima. Actualmente ocupa justo la novena, tras caer la semana pasada por 3-0 ante un Río Duero Soria que le birló el sitio en la lucha final. Lo tiene solo a un punto, pero por atrás su renta no es amplia, cuatro puntos por delante de la raya roja que supone perder la categoría. Soria visita a Teruel, Almoradí va a Son Moix y Manacor se juega la vida con Melilla, al que, por cierto, puede ‘aniquilar’ matemáticamente según se den ciertos resultados. Así las cosas, todo cabe, y por eso la referida mezcla de ambición y necesidad.




Hasta ahora ha conseguido cinco victorias y ha encajado doce derrotas, tres de ellas en tie-break. De los triunfos, tres los consiguió en las tres primeras jornadas, frente a Emevé en Lugo, ante Melilla en casa y contra Vecindario en Gran Canaria, un trío saldado siempre por 3-1. Era 26 de octubre cuando ocupó el liderato, pero entró en crisis de resultados acto seguido y desde entonces solo ha logrado ganar dos veces más. En la jornada 13, el 11 de enero, doblegó a Melilla en el Imbroda por 1-3 y por fin rompió una racha negativa de 10 jornadas doblando la rodilla, puntuando antes y después por sendos desempates cedidos en su Matilde de la Torre frente a Arenal y Vecindario, y volviendo a vencer dos jornadas atrás con un 3-0 sobre Almoradí en un partido para pasar de pensar en el descenso a plantearse que, pese a la racha, el playoff está muy cerca.




En ese encuentro brilló su opuesto, Oleksandr Gryuk, un potentísimo jugador nacido en Ucrania que le pega muy duro al balón y que va mejorando sus estadísticas de acierto atacante. El colocador de salida en los tres sets jugados fue Francisco José Soteldo, venezolano de gran calidad, si bien hay mucho reparto de minutos con su compañero Jovanovic, que regresó a España tras un intento de salida a Europa tras proclamarse campeón con Teruel el curso pasado. La pareja habitual de centrales es la formada por Fernando Fernández, producto de Cajasol que pasó por UBE L’Illa Grau, y el taiwanés Wu Cheng-Yang, conocido como Sunny, el más bajo de la liga, pero que suple la inferioridad en centímetros con un gran salto, una impresionante rapidez y mucha lectura de bloqueo. En cuanto a los receptores, Andy Rojas, todo un clásico, tiene poco que demostrar ya, sabido por todos su alto nivel. El ex de la casa ahorradora, ha pasado por 16 equipos más, y en Textil tiene a su lado a César López, del voleibol madrileño.




Entre todos esos nombres, por eso específico, por minutos de juego y por carisma, el más destacado es el capitán Fran Calzón un central que tras una temporada en Caravaca y otra en Cajasol, cerca de su Utrera natal, va por la octava campaña en las filas cántabras. Otro jugador de tirón dentro del plantel es el líbero José Osado, que en su posición cuenta con el apoyo de un mito como Chimo Bárcena. Más de los clásicos es Miguel Ángel Egusquiza, actualmente como tercer colocador y sin apenas minutos en cancha. Sí aparecen en los movimientos tácticos de Marcos los Ramón Pujol y Fabián Corona, ambos centrales, y Manuel Crespo, preparador físico del Racing de Santander y echando una mano al equipo de Cabezón de la Sal como receptor. Completan la lista los receptores también Yago López y Marcos Blanco, y el colocador Manuel Hoyuela, para contar con un buen número de efectivos de cara a los entrenamientos dirigidos por José Ignacio Marcos, asistido por Paul Salleras.





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