Goytisolo y Almería en el tiempo. Así evolucionó la relación entre el escritor y la ciudad

De la fascinación a la denuncia, el catedrático Fernando García Lara repasa medio siglo de visitas del autor de `La Chanca`

El escritor Juan Goytisolo charla con vecinos de La Chanca en su visita de 2007.
El escritor Juan Goytisolo charla con vecinos de La Chanca en su visita de 2007.
Marta Rodríguez
22:23 • 06 jun. 2017

Entre la primera visita de Juan Goytisolo a Almería a finales de los 50 y la última, la del año 2007, pasó medio siglo. Medio siglo en el que su vinculación a la tierra del indalo evolucionó de la fascinación inicial por el paisaje y la autenticidad de sus gentes a la indignación por el abandono de un barrio deprimido en el deprimido sur de la deprimida España franquista para, finalmente, desem­bocar en la denuncia de un progreso que nunca llegó de la forma esperada. 
LA VOZ repasa cómo cambió esa relación a través del relato del catedrático de Literatura Española de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla y amigo íntimo de Valente, Fernando García Lara.


Según explica, la presencia de Goytisolo en una Almería totalmente tercermundista y subdesarrollada fue muy importante para despertar la conciencia que era, al fin y al cabo, lo que los intelectuales y escritores de ese momento pretendían: llamar la atención sobre el lamentable estado en que se encontraba la geografía española y “principalmente estas tierras, más abandonadas que otras”. 


“Hay que tener en cuenta que ‘La Chanca’ fue prohibido como texto literario y tuvo que publicarse fuera. Y con ‘Campos de Níjar’ ocurrió prácticamente igual”, apunta.




A partir de aquella primera visita que genera esos dos textos fundamentales, la relación de Goytisolo con Almería adquiere, a través de su escritura, un carácter de denuncia. “Nos encontramos ya en los años felices en los que la riqueza corre por todos sitios, pero él denunció un reparto injusto y una falsa esperanza de justicia”, señala.
La primera vez que vuelve después de aquel primer descubrimiento es en los años 80, por invitación de Fernando García Lara, para dar una conferencia en lo que era el Colegio Universitario de Almería.


“Cada vez que venía había una especie de denuncia de las circunstancias en las que se estaba llevando a cabo el supuesto progreso en La Chanca”, recuerda. También se interesó por otras cuestiones como las lamentables condiciones de trabajo de los inmigrantes en El Ejido, lo que le costó la declaración de persona ‘non grata’.




En el caso de su vínculo con La Chanca hay un canalizador: la Asociación de Vecinos La Traíña. Y con el colectivo, la personalidad de su líder, Pepillo ‘El Barbero’, y de otras personas cercanas como el maestro y poeta Juan José Ceba. “Cuando recorría el barrio de La Chanca, lo acogían como a una especie de papá que venía a saludarlos de vez en cuando y él lo consideraba un gran orgullo”, indica. 


Desde un punto de vista literario, las dos primeras obras se engloban en “una literatura de denuncia, que era muy del realismo social, muy del momento, aparte de que era literatura de viajes”. “Ese modelo de los años 50-60 es lo que cambia hasta el punto de que él no vuelve a tocar el asunto de Almería en forma de libro o de memorias. No sabemos si esto tendrá algún tipo de tratamiento en el libro que dicen que ha dejado para que se publique dentro de diez años. Pero lo que sí cambia absolutamente es el registro con el que confronta los territorios almerienses en la segunda etapa. Ya no hay libro de viaje, no hay novela, no hay ficción”, analiza el catedrático. 




“Mientras, el otro territorio, el campo de Níjar, parece como si se lo hubiera dejado a Valente, que viene a Almería en los años 80 por consejo de Goytisolo y se compromete con el Parque Natural de Cabo de Gata, que en ese momento había cobrado un valor nuevo, y con las protestas y reivindicaciones de La Chanca”.


Repercusión de su muerte
¿Ha tenido la muerte de Juan Goytisolo escasa repercusión  en los medios? “Sí, la repercusión ha sido menor de lo que él ha supuesto para la literatura española”, sentencia Fernando García Lara.


Entre los motivos, “aparte de que ha coincidido con la de un célebre diseñador [David Delfín], tiene que ver con que los fines de semana se apagan las luces informativas”. “Y luego hay otros motivos: Goytisolo, en efecto, ha sido un escritor muy controvertido, pero llega un momento en que uno está por encima del bien y del mal, se convierte en indiscutible, y sus enemigos, que pueden encuadrarse en la derechona política, ante el fenómeno del encumbramiento suelen callarse”, concluye.



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