Dicen los que saben de fútbol que la Segunda División se decide en las últimas diez jornadas. Vamos a ellas de cabeza y a pecho descubierto sabiendo que más que los puntos ahora son los dineros los que se juegan cada jornada.
Todos los equipos tienen asuntos pendientes por arriba y por abajo y los presupuestos mandan para unos y para otros. Los que han invertido para subir a Primera y se alejan del objetivo tiran la casa por la ventana y los que se asoman al pozo de la Segunda División B pierden la cabeza por evitarlo y se empeñan hasta los dientes.
Ya no se arreglan partidos ni se da una vuelta por los campos el hombre del maletín. Hoy los clubes son empresas y se gestiona todo con enorme transparencia sin olvidar ese: hoy por tí y mañana por mí. Y ya pagará el inglés el vino que se bebió porque todo cuesta mucho dinero en la recta final.
LIGA PROFESIONAL
Los clubes saben que no hay vida fuera de la LFP y se aferran a ella como la única medida de supervivencia
No hay vida fuera de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para los clubes y esto lo sabemos de memoria en Almería. Tras vivir cerca del abismo las últimas tres temporadas en Segunda.
Hoy la Liga Profesional controla todo lo que pasa en los partidos y sería impensable un pacto entre caballeros. Cada punto vale una pasta y los clubes lo darán todo. Pero me van a permitir mantener que las diez últimas jornadas se juega la Liga de los dineros.
Dicho queda.
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