El Almería no puede competir a nivel individual con el Villarreal, pero se agarra al trabajo colectivo para hacer frente a la Copa del Rey. El conjunto amarillo no ha empezado con buen pie la Liga, y es que en la actual campaña suma 9 puntos, ocho menos que en la temporada anterior, y Javi Calleja tiene que dar con la tecla si quiere seguir en el banquillo.
La irregularidad ha marcado el camino del conjunto amarillo y ven en la Copa la oportunidad de revertir una dinámica que siguió complicándose el pasado domingo, cuando perdieron 2-1 en Mendizorroza, a pesar de haber empezado por delante en el marcador. No es un equipo al que sea fácil meterle gol, y es que con 10 en contra, es de los que menos recibe de Primera. En Europa Legue lo pasó peor, recibiendo cinco dianas en tres jornadas.
A tiempo
Con una de las plantillas más completas de los últimos años, las lesiones de jugadores de calado como Bruno Soriano, Javi Fuego, Bonera y Carlos Bacca, han mermado el rendimiento de uno de los grandes de España. El torneo del KO es una prueba de fuego para los visitantes y un premio para el Almería, que llega con los deberes hechos al superar dos rondas muy difíciles. Todo lo que no sea ganar en el Mediterráneo sería alargar las dudas alrededor del Villarreal CF.
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