Localizan tramos ocultos de la tubería de Benínar y garantizan la seguridad

Los vecinos del norte de Aguadulce han recibido estos días la confirmación por parte de la UTE encargada de las obras de la desaladora del Campo de Dalías de que se ha localizado un tramo de la tubería del Canal de Benínar. La empresa realizó unas catas en el terreno para dibujar su trazado después ya que se temía que pudiera interferir en la nueva infraestructura a su paso por el barrio de Las Colinas.

La localización de una de las partes ocultas de la tubería del Canal, que no se encuentra trazada en el PGOU ni en otros documentos urbanísticos, permite a la UTE asegurar que las nuevas actuaciones en la zona mantendrán las distancias de seguridad. La UTE está instalando una tubería de bombeo para la también llamada desaladora de Balanegra. Con la nueva información, aseguran que se corregirán los tramos peligrosos para evitar el riesgo de rotura de la tubería de Benínar, que podía ser catastrófico para el barrio.

Alerta vecinal La alerta surgió cuando los residentes de Las Colinas encontraron las marcas topográficas previas a la acometida de obras en el entorno del barrio. Se conoció entonces que se trataba de una infraestructura complementaria a la desaladora del Campo de Dalías. Conscientes de que el trazado de la tubería de Benínar seguía siendo una incógnita en gran parte de la barriada, solicitaron con urgencia reuniones con Hidralia y la UTE encargada de la obra para pedirles que se garantizara la seguridad de los residentes.

Advierten de que una rotura de la enorme tubería de Benínar inundaría en poco tiempo el barrio y el agua continuaría hacia Aguadulce, dado que se encuentra en la parte más alta del núcleo roquetero. “Nos pueden llamar alarmistas, pero nosotros nos pasamos y otros no llegan”, arguye el presidente de la Asociación de Vecinos, Juan Carlos Oyonarte.

El colectivo consiguió que Hidralia se comprometiera a realizar catas en los terrenos y ‘dibujar’ el tramo oculto de la tubería de Benínar. Pocas semanas después, el trabajo ya ha sido realizado y se ha encontrado el 50% de la infraestructura. “Se ha buscado sólo en la parte que podía interferir con las nuevas obras, llegados a este 50%, la tubería de la desaladora se desvía camino del sector 3 para trazarse junto a la autovía”, explica el presidente vecinal.
La segunda mitad sigue siendo una incógnita “aunque se puede intuir por dónde va”, explica Oyonarte, que alude a un terreno de uso residencial: “No está construido, pero cuando se haga, puede haber problemas”. 

Responsabilidades Por eso, insiste en que “es incomprensible” que se haya permitido construir todo el barrio “sin saber dónde estaba la tubería, ya que no estaba en el PGOU ni en documentos de la Junta de Andalucía”. Oyonarte considera que la responsabilidad -o irresponsabilidad- “es de todas las administraciones, desde la empresa urbanizadora del barrio, al Ayuntamiento, a la Junta, que se supone que tiene un equipo de personas encargado de velar por esa tubería”. Y, sin embargo, parte de ella salió a la luz hace unos años, a escasa distancia de los cimientos del residencial situado más al norte del barrio. “Éste es el último punto de gravedad or lo que la presión es muy fuerte”, añade el vecino, que avisa que se seguirán vigilando las obras de la desaladora.